El movimiento de contenedores en el sistema portuario panameño ha alcanzado un crecimiento histórico en lo que va del presente año.
En el acumulado de los primeros nueve meses registró 6 millones 390 mil TEU (unidad equivalente a contenedor de 20 pies de largo) o un crecimiento del 12.4% en comparación con igual periodo de 2020.
Según el informe preliminar de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), en el acumulado de enero a septiembre de 2021 hay una variación de 703 mil TEU con relación a septiembre del año pasado. Si las cifras de este año se comparan con los primeros nueve meses de 2019, el crecimiento es de 992 mil 269 TEU.
Esto se explica en parte porque el transporte de carga en contenedores es una de las actividades que se ha mantenido pese a los cierres por la pandemia. Además, a Panamá le ha favorecido la conectividad marítima.
Bocas Fruit, que se dedica a la exportación de banano, creció 21.9%; Colon Container Terminal (CCT) de la taiwanesa Evergreen, 36%; Manzanillo International Terminal (MIT), 8.4%; Balboa, en el Pacífico, 24.8%; Cristóbal, -0.8% y PSA Panamá, -1.4%.
El crecimiento en las terminales portuarias es una combinación de temas, que incluye un mayor movimiento comercial en el Caribe, Venezuela, además del crecimiento de las exportaciones en Suramérica.
Las terminales portuarias también han jugado el papel de centro de trasbordo para la carga que tiene como destino otros países de la región.
Lo destaca la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en su informe sobre impacto de la pandemia en los puertos al señalar que a nivel de países y territorios, “es notable que la disminución de la actividad portuaria ha sido generalizada, con la excepción de Panamá”.
El comportamiento en transbordos internacionales se ha presentado en ambas costas, caribeña y pacífica, con variaciones positivas interanuales, como se puede observar en la tabla de movimiento de TEU por puerto.
De acuerdo con la Cepal, la actual crisis se ha producido en un contexto de debilitamiento del comercio global que se venía arrastrando desde hace más de una década; poniéndolo en cifras, el volumen del comercio de bienes se había expandido a una tasa del 6.2% anual de 1990 a 2007. Añade que el ritmo de crecimiento de 2012 a 2019 fue tan solo de 2.3% al año. Al menos en América Latina y el Caribe, los efectos económicos de la crisis de 2008-2009 nunca se resolvieron por completo y, por lo tanto, la Covid-19 golpeó con más fuerza porque actuó sobre un cuerpo relativamente débil, indicó.


