Ayer se promulgó en la Gaceta Oficial la Ley 192 de 23 de diciembre de 2020.
En apenas cuatro artículos, el texto pone fin a una contienda que han lidiado los restaurantes desde hace 33 años, comentó Domingo de Obaldía, presidente de la Asociación de Restaurantes y Afines de Panamá (ARAP).
De 1987 data la norma que obliga a los restaurantes a ofrecer un descuento de 25% a los jubilados sobre el valor de su consumo en comida.
La norma establecía también que ese descuento sería deducible de impuestos, pero en la práctica no se cumplía. Javier Mitre, abogado especialista en tributación, comentó a este diario que la Dirección General de Ingresos (DGI) pedía a los negocios que, en su declaración de la renta, incluyeran el monto a deducir en el renglón de descuentos y devoluciones, que es previo a la determinación de la renta gravable, lo que suponía que la deducibilidad terminaba siendo asumida por el restaurante y no por el Estado.
Mientras, la nueva norma establece que “los descuentos serán deducibles 100% como crédito fiscal al impuesto sobre la renta”. Los créditos, además, podrán ser transferidos.
“Ya no se podrá decir que no hay fundamento de ley”, dijo De Obaldía, representante de un sector que sufre el impacto de la crisis del coronavirus.
En enero, dijo, comenzarán las reuniones con la DGI, que ha avalado la iniciativa, para definir cómo serán los procedimientos para la aplicación práctica de la norma, que entró en vigor desde su promulgación.