Por estos días, la palabra emprendimiento está conectada de forma sanguínea con el mundo Fintech, un universo que BBVA ha definido como un movimiento donde muchas pequeñas empresas quieren cambiar la forma en la que se atienden los servicios financieros, utilizando la tecnología.
Dicho movimiento ha cogido cuerpo y auge. Cada emprendimiento responde a necesidades no atendidas. Esto significa que hay mercado.
Una exhaustiva investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) tejió el mundo Fintech en América Latina. ¿Quiénes son, qué hacen y por qué razón están creciendo?
El trabajo permitió identificar 703 empresas jóvenes de Fintech localizadas en 15 de los 18 países de América Latina en los que se implementó la encuesta.
Brasil tiene el mayor nú mero de emprendimientos con 230, seguido por México con 180.
Colombia ocupa el tercer lugar con 84, seguida de Argentina con 72 y Chile con 65. En total, estos cinco países concentran casi un 90% de la actividad Fintech en América Latina, mientras que el 10% restante se encuentra repartido entre Perú, Ecuador, Uruguay, Costa Rica, Paraguay, Venezuela, Guatemala, República Dominicana, Honduras y Panamá.
Predominan las plataformas de financiación alternativa, con un 25.6%, y de soluciones de pagos, con un 25.2%.
A juicio del banco multilateral, esto puede ser una respuesta de los emprendedores frente a las limitaciones y deficiencias en el sistema financiero tradicional tanto en materia de transferencias y pagos digitales .
Aunque las plataformas de financiación alternativa están entre las de mayor crecimiento en la región, no necesariamente canalizan grandes montos. Aun así, advierte el BID, este segmento canalizó 110.46 millones en 2015. Y su crecimiento es de 130%. El mercado los ama.
