Rusia suspenderá las exportaciones de cereales (trigo, centeno, cebada y maíz) hasta el 1 de julio, anunció ayer el ministerio ruso de Agricultura, según reporta AFP.
El país había decidido a principios de abril limitar sus exportaciones de cereales a siete millones de toneladas hasta el 30 de junio.
Ayer, las cuotas “se agotaron totalmente”, precisó el ministerio en un comunicado, por lo que las exportaciones de cereales “quedarán suspendidas hasta el 1 de julio de 2020”, subrayó.
El gobierno ruso había indicado a mediados de marzo que contemplaba limitar las exportaciones de algunos productos alimentarios debido a la pandemia del nuevo coronavirus, para garantizar la estabilidad del mercado nacional.
Además de Rusia, otros países como Ucrania y Kazajstán también pusieron límites al comercio agrícola. Según reportes internacionales, Rusia ya exportó aproximadamente una quinta parte de su cuota de granos de 7 millones de toneladas establecida para los próximos tres meses. Kazajstán extendió recientemente su cuota de exportación de trigo, harina y otros alimentos básicos hasta septiembre.
No es la primera vez que Rusia, primer exportador mundial de trigo y uno de los principales productores y exportadores de cereales del mundo, toma esta decisión.
Cuando lo hizo en agosto de 2019, por orden del presidente Vladimir Putin con el objetivo de preservar la seguridad alimentaria del país, se dispararan los precios en los mercados y en aquel momento se beneficio Estados Unidos, uno de los principales productores del mundo de este grano. Los analistas estimaron que en ese momento las exportaciones de trigo ruso caerían 15 o 12 millones de toneladas comparado con 21.4 millones de toneladas en el 2009.
Por ello, Rusia se ha convertido en un jugador del mercado de granos que fija el precio internacional. Esto provoca que muchos agricultores guarden sus cosechas y especulen con el alza.