La primera veda del camarón de este año comenzó hoy 1 de febrero y se extiende hasta el 11 de abril, con la prohibición de pesca de los barcos rastreros de las especies con escama doncella y pajarita, naves que tenían licencia desde 2002, pero que este Gobierno decidió cancelarlas después de 20 años.
Estas embarcaciones tenían licencia para pesca de doncella y pajarita, pero también para camarón. Cada año salían a faenar justo en la fecha de veda del camarón arrastrando todas las especies a su paso, según ha señalado la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP).
Como una medida para proteger la reproducción del camarón, el gobierno del presidente Laurentino Cortizo derogó el Decreto 89 de 2002 a través de otro decreto, el 132 del 20 de octubre de 2021, que cancela 58 licencias para pesca de pajarita y doncella . Este último señala que la actividad de los buques con licencia de doncella y pajarita incrementa la intensidad de la pesca incidental de camarones, al concentrar la faena de dichos barcos durante los 70 días de veda de cada año a lo que se debe añadir el alto aporte en términos de esfuerzo pesquero que ejercen los pescadores artesanales.
Igualmente indica que existe una superposición de las zonas de pesca utilizadas por los buques con licencias de doncella y pajarita, y licencia de camarón, siendo ambas licencias utilizadas por los mismos buques, con el mismo método de pesca. Estos barcos podían faenar en las dos épocas de veda del camarón, lo cual afecta negativamente la recuperación de las poblaciones de camarones que son explotadas de forma intensa, sin que existan indicadores de recuperación de los mismos, detalla el decreto.
“Es por primera vez en 20 años que tendremos una veda total, gracias al decreto ejecutivo que firmó el presidente Cortizo que eliminó las licencias de doncella y pajarita”, afirmó Flor Torrijos, administradora de la ARAP.
Los marinos pescadores de puerto Caimito también hicieron una protesta para anunciar que respaldan el decreto aprobado por Cortizo porque están cansados “de la competencia desleal ya que esos barcos rastreros están poniendo en riesgo que la Unión Europea incluya a Panamá como país con tarjeta roja” para combatir y erradicar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada. Actualmente, Panamá tiene una tarjeta amarilla impuesta por la Unión Europea. Los marinos piden que se respete la veda y que los barcos rastreros no salgan de manera ilegal.
En 2020 se registró un desembarque de 503 toneladas métricas de camarón blanco, menos que las 732 toneladas métricas de 2019.
Protección de la especie
La veda de camarones se inició en 1975 como una respuesta a la disminución en los desembarques de camarón blanco y de los rendimientos por embarcación observados desde la década de 1970. El registro de los desembarques entre 1980 y 2020 evidencia una tendencia negativa atribuida por estudios anteriores a la sobre dimensión de la flota que llegó a un máximo de 300 barcos arrastreros en conjunto con un crecimiento importante de la pesca artesanal, que hoy representa más del 60% de la pesca comercial no limitada a los camarones sino que incluye la pesca de los pelágicos (especies que viven en aguas medias o cerca de la superficie).
En la evolución de la explotación se han presentado cambios en las fechas de veda, primer período del 1 de febrero al 11 de abril, y adición de un segundo periodo de veda del 1 septiembre al 11 de octubre, que según la ARAP, no han logrado detener la tendencia negativa de los desembarques. Esto obliga a evaluar la estrategia de manejo sobre los camarones blancos que implicaría la posibilidad de un cambio en las fechas que proteja de manera más eficiente las fases juveniles. Se requiere ordenar la flota tanto industrial como artesanal para maximizar el valor económico de la explotación. Se busca garantizar la sostenibilidad del recurso ya que más de 35 mil familias dependen de esta actividad, añadió la ARAP.