La pandemia del nuevo coronavirus marcó la tendencia de buena parte de las actividades económicas del país en 2020 y la industria de los seguros no ha sido una excepción.
La pandemia ha definido el devenir de la industria en su conjunto, incidiendo particularmente en algunos de los principales ramos de seguros.
En su conjunto, entre enero y noviembre de 2020, las aseguradoras suscribieron primas por $1,336 millones, cifra que representa una caída del 4.2% o $58.7 millones si se compara con el mismo periodo del año anterior, según la Superintendencia de Seguros y Reaseguros de Panamá.
El resultado se explica por la fuerte caída en primas en el ramo de autos, el segundo más importante para la industria. En concreto, las primas de este segmento cayeron hasta $225.5 millones, un 17.5% o $47.9 millones menos que en el mismo periodo del año anterior. Esto es consecuencia de la menor contratación de pólizas por la caída en las ventas de autos nuevos y también por los descuentos ofrecidos por varias aseguradoras.
Arturo Sáenz Illueca, presidente de la Asociación Panameña de Aseguradores (Apadea), dijo que en los últimos meses del año el ramo registró un comportamiento al alza, movido por la reapetura de actividades y la venta de autos nuevos, pero que aún están lejos los registros del año anterior.
Así como cayeron las primas, también lo hicieron los siniestros. En el ramo de autos, los siniestros acumulados fueron $122.7 millones, un 34.5% menos. Y para toda la industria los siniestros pagados sumaron $543.6 millones hasta noviembre, un 21.2% menos que entre enero y noviembre de 2019.
Salud
El principal ramo de la industria por volumen de primas y siniestros es el de salud, cuya evolución estuvo marcada en 2020 por la pandemia.
Las primas suscritas sumaron $310.7 millones, un 5.8% más que en el mismo periodo del año anterior.
Se registró un aumento en el número de pólizas de salud vigentes (hasta 102,746 pólizas, un 7.3% más), pero una disminución en el número de asegurados (hasta 380,276, un 14.8% menos).
Sáenz Illueca dijo que, debido a la pandemia, las personas han dado más prioridad al seguro de salud, lo que se traduce en aumento de número de pólizas individuales, y que la caída en el número total de asegurados se puede deber a la reducción de personal en las empresas, que ofrecen a sus trabajadores seguros de salud colectivos.
Desde que inició la pandemia, las aseguradoras agrupadas en la Apadea anunciaron que estarían cubriendo los gastos de salud de los pacientes con Covid-19, aunque las pólizas establecen una exclusión cuando se trata de pandemias.
Según las últimas cifras de la Apadea y la Superintendencia de Seguros y Reaseguros de Panamá, hasta el pasado 31 de diciembre, el impacto cubierto por las pólizas de seguros por casos vinculados a Covid-19 fue de $41.8 millones.
De ese total, la mayor parte ($22.2 millones) corresponde a reclamos de seguros de vida por fallecimientos a causa de la enfermedad.
En las cifras se incluyen, además, algunas otras coberturas, como seguros de desempleo que cubren parte de las obligaciones de los asegurados en caso de ser despedidos de su trabajo,
Además de los seguros de vida, el grueso de los siniestros por Covid-19 están ligados a pólizas de salud.
El gasto total por casos positivos de Covid-19 ha sido, a la fecha, de $19.1 millones por 2,435 casos, estando el grueso de los gastos en las hospitalizaciones en planta y en unidades de cuidados intensivos (UCI).
De ese total, el aporte de las compañías de seguros ha sido de $17.9 millones y el de los asegurados de $1.2 millones.
Consultada sobre qué parte de los gastos es habitualmente asumida por el asegurado, Esilda González, directora ejecutiva de la Apadea, señaló que las condiciones pueden variar en cada caso, dependiendo de lo que se contrate en cada póliza.
En términos generales, explicó que el asegurado deberá asumir lo que le corresponda de deducible, cantidad que dependerá de lo que se haya pactado en el contrato.
Además, en el caso de hospitalizaciones, generalmente las pólizas cubren hasta el décimo día, y a partir del undécimo, el asegurado debe cubrir una parte a través del copago o coaseguro.
Esa carga se suele dividir en un 80% para la aseguradora y un 20% para el asegurado, aunque, insisten desde la asociación, que las condiciones específicas de cada caso son las que se estipulan en la póliza.
Además, puede haber algunos gastos que no son cubiertos al 100% por la compañía de seguros.
Sáenz Illueca señaló que las aseguradoras se rigen habitualmente por lo que se conoce como costo “usual, razonable y acostumbrado”. Explicó que la compañía puede decir que reconoce la consulta de un doctor con base a un precio considerado “usual y razonable”, pero si un doctor cobra una tarifa superior, la diferencia sería asumida por el asegurado.
Consultado sobre una eventual subida en las pólizas de salud, como consecuencia de los gastos asumidos por las compañías durante la pandemia, Sáenz Illueca dijo que dependerá de la realidad de cada compañía, de la composición de su cartera y de la desviación que haya experimentado en sus niveles de siniestralidad.
El ejecutivo dijo que cuando un ramo específico registra pérdidas, la compañía tiene que hacer reservas y que si el análisis actuarial indica que lo que se cobra es insuficiente para cubrir los siniestros y el resto de gastos, como las comisiones de los corredores y los gastos administrativos, entonces se debe incrementar la tarifa.
En el caso de los seguros individuales, esos aumentos deben ser sometidos y aprobados por el regulador.
A pesar de los reclamos pagados por los casos de la Covid-19, en el conjunto del año, los siniestros totales en el ramo de salud son inferiores al ejercicio anterior.
En concreto, las compañías pagaron $186.8 millones entre enero y noviembre de 2020, un 14.6% menos que en el mismo periodo de 2019.
La caída se explica por el aplazamiento de procedimientos no urgentes. Sáenz Illueca dijo que, a medida que se vaya recuperando la normalidad, esos procedimientos se retomarán, incidiendo al alza en los reclamos.