Trabajar cuatro días por semana para disminuir el desempleo: la cuestión se debate en España ante la gravedad de la crisis desencadenada por la pandemia pero causa discrepancias en el gobierno de izquierdas.
La medida la promueve el partido de izquierdas radical Podemos, socio minoritario del ejecutivo de coalición formado en enero bajo la presidencia del socialista Pedro Sánchez.
El vicepresidente y líder de Podemos, Pablo Iglesias, aseguró a principios de mes que el Ministerio de Trabajo va a “explorar la reducción del tiempo de trabajo que es algo que podría favorecer sin duda la creación de empleo”.
Sus palabras respondían a la propuesta de un diputado de izquierda radical de reducir la semana laboral a cuatro días, pasando de 40 a 32 horas.
“El tiempo de trabajo exige una nueva concepción, que atraviese, como ya estamos haciendo, leyes y usos laborales”, añadió la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, también de Podemos.
El debate está ya en marcha en Nueva Zelanda, donde la filial local de Unilever experimentará la semana de cuatro días sin bajar salarios, o en Alemania, donde el potente sindicato IG Metall lanzó la idea en agosto.
Pero la propuesta de Podemos chocó rápidamente con la reticencia del partido socialista de Pedro Sánchez, al frente de un país que según el FMI perderá un 12.8% del PIB en 2020, la mayor entre las economías occidentales.