El servicio de la deuda durante el primer semestre del año ascendió a $2,907.9 millones, según un reporte de la Dirección de Financiamiento Público del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
El servicio de la deuda se compone principalmente de pagos de capital y de intereses y comisiones, todos vinculados al manejo de la deuda pública.
En el mismo periodo de 2020, el servicio de la deuda fue de $2,343.3 millones, un monto por lo tanto inferior al registrado este ejercicio.
Este año se han elevado los desembolsos tanto en los pagos de capital como en intereses y comisiones.
Los pagos de capital son una parte de la amortización de los préstamos o se producen cuando hay vencimientos o pagos adelantados de bonos u otro tipo de títulos emitidos en los mercados.
En el primer semestre del año se produjeron varias operaciones de manejo de pasivos que provocaron el aumento en el servicio de la deuda.
La Dirección de Financiamiento Público señala en su reporte que en el servicio de la deuda externa se realizaron pagos de capital por la recompra parcial de un bono global con vencimiento en 2024 por $412.9 millones. Mientras que en el servicio de la deuda interna destaca el pago por la recompra parcial del bono del Tesoro con vencimiento en 2022 por $303 millones. Estas son operaciones efectuadas por el MEF para reducir el riesgo de refinanciamiento al momento de vencimiento de esos títulos y los fondos para hacer esos pagos se captaron del mercado a través de nuevas emisiones.
Mientras, el otro componente del servicio de la deuda, el gasto en intereses y comisiones, ha venido creciendo en los últimos años.
Solo en el primer semestre del año se pagaron $829.6 millones por estos conceptos, cifra que supera los $713.1 millones pagados en el mismo periodo el año anterior, según los reportes de Financiamiento Público.
Aunque Panamá ha tenido acceso a los mercados a buenas tasas, el gasto total en intereses ha venido creciendo en los últimos años por la mayor contratación de deuda.
Al cierre del primer semestre del año, el saldo de la deuda del sector público no financiero era de $39,684 millones, cifra que representa un aumento de 20% cuando se compara con los $33,044 millones de deuda al 30 de junio de 2020 y de 49.1% respecto a los $26,612 millones de junio de 2019.
El economista Carlos Araúz sostuvo que “una economía como la nuestra depende de reducir gastos o de elevar impuestos si pretende reducir deuda, y ya sabemos que en la actual coyuntura ambos escenarios son casi imposibles considerando que acabarían con el ínfimo crecimiento económico que estamos proyectando. La resistencia del Gobierno por aplicar medidas de austeridad llevó a una deuda jamás imaginada en tan poco tiempo mientras que retrocedimos varios años en materia de generación de ingresos”.
El aumento en el gasto de intereses es seguido de cerca por las agencias de calificación de riesgo y se ha destacado como un indicador que refleja el deterioro de las finanzas públicas, especialmente pronunciado en 2020.
Cuando S&P Global Ratings rebajó la nota de riesgo de Panamá de BBB+ a BBB en noviembre de 2020, el primer factor que citó fue el elevado nivel de intereses de la deuda que se pagarían respecto de los ingresos obtenidos, muy afectados por las restricciones impuestas durante la pandemia.
Mientras, en su última acción sobre el soberano panameño, en la que reafirmó la calificación pero cambió a negativa la perspectiva, dijo que uno de los factores que podría hacer regresar la calificación a la perspectiva estable es un fortalecimiento de la trayectoria fiscal “más rápido de lo esperado, con una marcada disminución en la deuda neta del gobierno general y la carga de intereses”.
Durante la sustentación del presupuesto general del Estado para 2022, el ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, mostró el creciente gasto en intereses como uno de los factores inflexibles del presupuesto, ya que una vez adquirido el compromiso, son pagos que se deben cumplir.
En las cuentas de 2022 hay presupuestado un gasto en intereses de $2,057 millones, superior a los $1,834 millones de este año. Aunque el gasto total subirá, la expectativa del MEF es que su peso como proporción de los ingresos corrientes sea menor, debido también a una ambiciosa proyección de recaudación que contemplan las cuentas de 2022.
Araúz dijo que “estamos encaminados a destinar la más alta cantidad de recursos para pagar intereses por deuda pública en nuestra historia republicana. Considerando que la planificación no se nos da tan fácil asumimos irresponsablemente que siempre tendremos acceso a deuda... Acceder a mercados de capitales puede complicarse y ciertamente será más caro porque no tenemos los indicadores financieros necesarios para justificar el tamaño de la deuda”.
Opinión
Domingo Latorraca
Producto de la pandemia y sus efectos sobre la economía y los ingresos del Estado, Panamá hoy se encuentra en una situación delicada y atendible. Con un nivel de endeudamiento cercano al 70% del producto interno bruto y un alza significativa en los recursos dedicados al servicio de la deuda (amortización y pago de intereses), el Estado panameño está obligado a llevar adelante un plan de consolidación fiscal.
Del lado del gasto, es crítico reducir sustancialmente todo gasto ineficiente. Por ejemplo, planillas en la Asamblea, más allá de lo exclusivamente necesario para cumplir con sus obligaciones constitucionales; también, los aumentos automáticos a funcionarios podrían congelarse hasta que se normalicen las finanzas públicas. Además, reducir a niveles prepandemia el número de funcionarios, y no reemplazar a quienes se jubilen o salgan por rotación natural.
Por otro lado, se hace vital asegurar que los subsidios estén bien diseñados y focalizados con una estrategia específica, obteniendo el beneficio para el cual se diseñaron, y dándole un seguimiento para asegurar su efectividad con la debida fiscalización.
En la medida que la economía se recupere, estas acciones pueden ayudar al fortalecimiento de las finanzas públicas, y a que la deuda y su peso sobre el presupuesto vuelva a niveles prepandemia.
El autor es exviceministro de Economía