El enemigo público número uno (ese virus que ha hecho metástasis mundial y de cuyo nombre no quiero acordarme) tiene al mundo enredado con tantas muertes de inocentes, tanto dolor en la sociedad y tantos gastos y pérdidas inesperadas. Pero ante sus efectos negativos ha surgido la solidaridad como una bandera que han recogido las personas de buena voluntad abriendo trincheras en muchos frentes.
Cuando esta Ventana Fiscal se abrió por primera vez (La Prensa, 10 de junio de 2007) tenía y sigue teniendo dos postulados: hacer docencia fiscal y denunciar las anomalías y abusos tributarios de las administraciones pasadas.
En esta ocasión he de referirme a la presentación ante la Dirección General de Ingresos (DGI) de las declaraciones juradas de renta del período 2019, muy en especial de todos aquellos que están en el frente de batalla contra el virus mortal. Porque ellos han abandonado hasta a sus propias familias por dar la batalla por Panamá.
Las declaraciones de renta son obligatorias para toda persona que ha recibido ingresos gravables de dos diferentes fuentes en el mismo período fiscal, aunque en ambas se hayan realizado las retenciones del impuesto sobre la renta. Pero no todo es malo, pues se pueden considerar como deducibles de la renta gravable los gastos médicos locales, los intereses sobre préstamos con intereses no preferenciales, los aportes a fondos de jubilación privada y, a partir del año 2019, los gastos escolares con ciertas condiciones, y hasta un máximo de 3,600.00 dólares por año por estudiante dependiente.
Nuestro Código Fiscal establece la obligación de presentar declaraciones de rentas, con ciertas excepciones nunca bien entendidas. Y a pesar de que la DGI ha extendido el plazo para su presentación hasta el 30 de mayo próximo, nuestros héroes no pueden abandonar sus obligaciones, por solidaridad y humanidad, y por lo tanto quedan expuestos a las consecuencias por incumplimiento fiscal.
He aquí entonces que surge la necesidad de ofrecerles a esos profesionales de la medicina y de la seguridad nacional la oportunidad de cumplir con sus obligaciones fiscales bajo el amparo de una solidaridad especial, esta vez para con ellos. Por y para ello, Centro de Soluciones Impositivas, S. A. (CSI) ha creado una sección especial para atender sus obligaciones fiscales sin costo alguno. Basta comunicarse con Osvaldo Lau C., Ely Felipe Cabezas, Jessenia J. Marciaga o Michel Ortega, quienes tendrán el honor de atenderlos.
Repito, sin costo alguno para quienes han estado y están luchando por nuestra salud y seguridad y que se han visto afectados por el estado de Emergencia Nacional.
Nos queda a todos el compromiso de participar en la reactivación económica de Panamá, con la misma urgencia, a fin de evitar los problemas sociales que pueden surgir después del día ‘D’. Juntos podemos volver a empezar. Siempre de la mano de Dios.
El autor es consultor fiscal.