Después de 70 días de estar en puerto, ayer 100 barcos industriales camaroneros y 329 barcos artesanales, con más de mil 487 tripulantes, se hicieron a la mar, poniendo fin al primer periodo de veda del crustáceo que inició el pasado primero de febrero.
De acuerdo con el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y de la Administradora de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá (ARAP), terminado el período de veda, los barcos podrán capturar camarón de mar y comercializarlos, sin que haya necesidad del Certificado de Inspección Ocular; al mismo tiempo podrán transportar camarones (de cualquier origen), sin el respectivo salvoconducto de veda del camarón que siempre se ha pedido en tiempos de veda.
El año pasado Panamá exportó un total de 32.4 millones de dólares, convirtiéndose en el segundo producto alimenticio de exportación y de importancia para el país, solamente superado por el banano, indicó el ministro del MIDA, Augusto Valderrama.
El segundo periodo de veda iniciará el 1 de septiembre y se extenderá hasta el 11 de octubre.
La administradora de la ARAP, Flor Torrijos, comentó que los periodos de veda del camarón son necesarios para que las especies puedan reproducirse, crecer y garantizar el sostenimiento de este recurso clave en la economía.
El 50% de los camarones que exporta Panamá provienen de la cría en estanque. El sector acuícola cultiva 7 mil hectáreas de camarón blanco del pacífico (penaeus vannamei).
El 86% de esta producción se registra en 22 fincas camaroneras ubicadas en las provincias de Coclé, Herrera y Panamá Oeste. España, Italia y Francia son los principales mercados.


