El presidente electo, Laurentino Cortizo, llegará al Palacio de las Garzas el próximo 1 de julio con el tiempo medido para asumir uno de los grandes retos de su administración: tomar la decisión que permita garantizar el suministro de agua al país.
El 55% de la población del país depende de los lagos Gatún y Alajuela, los mismos que alimentan las operaciones del Canal. Y dado el crecimiento que se espera en las áreas más densas del país, parece no haber otra salida que empezar la titánica tarea de construir un nuevo embalse, o una enorme infraestructura, que incluye tuberías, por la que se pueda trasportar el agua.
Antes de que finalice este año, la administración del Canal de Panamá (ACP) habrá completado el diagnóstico de los dos grandes proyectos por los que el Estado podría decantarse.
Una propuesta sería potabilizar y trasvasar el agua del lago Bayano, a través de tuberías, y así abastecer a la población que reside en el sector este de la provincia de Panamá.
La otra opción sería utilizar el río Indio, que nace en la provincia de Coclé, para hacer un reservorio multipropósito que aportaría agua al lago Gatún, a través de un túnel.
Cualquiera de las dos soluciones implica embarcarse en un enorme proyecto de al menos $600 millones. La idea es que Panamá pueda aprovechar el recurso hídrico que hoy se pierde y retener agua para cuando haya escasez de lluvia.
Laurentino Cortizo, presidente electo.
Los lagos Gatún y Alajuela fueron construidos originalmente para abastecer las operaciones del Canal de Panamá. Y en las últimas décadas se han colocado tomas de agua para suministro del recurso hídrico a la población, y esto ejerce presión.
En la actualidad, se extraen de la cuenca hidrográfica del Canal 438 millones de galones diarios para consumo humano. Y se proyecta que la demanda subirá a 662 millones de galones diarios en 2020.
De allí que desde 2015 se hablara de la urgencia de crear nuevas fuentes de agua. Y fue así como en diciembre de 2016, el gobierno de Juan Carlos Varela -empujado por la entonces ministra de Ambiente, Mirei Endara- acordó con la ACP la realización de tres estudios de factibilidad, entre los que se analizó el potencial del lago Bayano y río Indio como fuente de agua, además del análisis para un reservorio en las provincias de Los Santos, Herrera y Veraguas.
El administrador del Canal, Jorge Luis Quijano, dijo a La Prensa que en las próximas semanas estarán listos los resultados finales de los análisis de Bayano. Iguales tiempos se manejan para la entrega de los estudios de provincias centrales.
Jorge Luis Quijano, administrador del Canal.
Habrá que esperar hasta la segunda mitad de 2019 para tener un panorama completo de la factibilidad de hacer un embalse en río Indio. En todo caso, los estudios de geología e hidrología indican que esta sería una opción con fuertes posibilidades.
“Aquí debe haber una decisión de seguir adelante con un proyecto de reservorio y que el gobierno entrante tome la decisión a fin de año”, dijo Quijano.
El tiempo apremia. Solo en la fase constructiva se pueden requerir entre tres y cuatros años, sin contar la etapa de licitación, que implica un largo trámite de calificación y adjudicación.
“Y después del año 2024 o 2025, si no tenemos otras fuentes de agua, olvidémonos de crecimiento del Canal o de suplir de agua a las comunidades que están creciendo”, alertó Quijano.
Considerando la advertencia de Quijano, el gobierno de Cortizo tendría que asumir como prioridad la licitación de los trabajos a más tardar en la primera mitad de 2020.

Quijano, que deja el cargo en septiembre próximo, cumpliría con la entrega de toda la data referente al futuro del agua. El estudio de río Indio implica diseños conceptuales del tamaño del posible embalse, dónde se ubicaría la presa de agua y todo el trabajo social y ambiental, que incluye la reubicación de residentes de la zona.
Quijano adelantó que el diagnóstico determina quitarle presión a la planta potabilizadora de Chilibre, que se alimenta del agua del lago Alajuela.
A cambio, se propondría que el agua del Bayano, luego de ser utilizada para generar energía, se traslade hasta Chepo o Pacora para hacerle frente al crecimiento del sector este del país.
En todos los casos de estudio las tomas de agua están fuera de la jurisdicción de la cuenca del Canal, por lo que el Estado deberá asumir la inversión y el tipo de proyecto.
El Canal únicamente trabaja en el diagnóstico. Pero, si el Estado decide contratar a la ACP, esta entidad podría asumir el proceso constructivo de las obras.

