La ciudad de Panamá es la capital latinoamericana en la que los ciudadanos prefieren utilizar sus propios vehículos o pagar transporte privado para movilizarse a su lugar de trabajo o residencia, en vez de usar el transporte público.
Así se desprende del informe: Crecimiento urbano y acceso a oportunidades, preparado por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el cual indica que 36% de las personas hacen uso de sus automóviles para desplazarse, mientras que la media en la región es del 22%.
En la ciudad capital, el parque vehicular supera el millón de unidades y solo el año pasado ingresaron a la plaza más de 52 mil automóviles.
Asimismo, el desplazamiento a pie en la urbe panameña representa el 8% de los traslados, tres veces inferior a los valores reportados en el resto de las ciudades latinoamericanas.
En Panamá, el sistema de transporte público no es eficiente, principalmente en los sectores en las fueras del centro de la ciudad, donde se registran esperas de hasta una hora para tomar un bus colectivo, como es el caso de la zona norte de la capital.
El documento, por su lado, indica que después de Bogotá, Colombia, el transporte público en Panamá es el que más crítica recibe.
Juan Vargas, economista principal de la dirección de Investigaciones Socioeconómicas de CAF, comentó que el principal reto de Panamá es mejorar la movilidad en las áreas urbanas.
“Cada 8 de 10 personas en Latinoamérica vive en áreas urbanas, pero a diferencia de otras zonas, no se ha logrado un desarrollo que mejore la calidad de las personas”, dijo Vargas.
Para aprovechar el crecimiento urbano en la región, el informe señala algunos puntos que deben ser abordados por las autoridades: la clasificación de uso de suelo en zonas mixtas donde las áreas de negocio y producción estén cercas de las zonas residenciales, acceso a viviendas a través de créditos hipotecarios que frenen la aparición de asentamientos ilegales, mejorar el desplazamiento de las personas por medio del transporte público y la coordinación entre todas las dependencias oficiales.
Volviendo al caso panameño, Vargas, quien presentó hoy los resultados del informe, comentó que Panamá ha logrado avances significativos en los últimos años con la construcción de la línea 1 del Metro, y destacó la importancia de construir nuevas rutas de este sistema de transporte.
Sin importar el medio utilizado, un trabajador promedio en la ciudad de Panamá demora 52 minutos en desplazarse de su casa a su trabajo o viceversa, cuando en el resto de los países el promedio es de 40 minutos.
Pero el tiempo sube considerablemente hasta los 72 minutos, si el traslado se hace en transporte público.
“Esto significa que diariamente a los panameños les toma más de 2 horas todos los días movilizarse desde y hacia sus lugares de trabajo y residencia”, comentó Vargas.
De acuerdo con John Bennett, expresidente de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa y de su Comisión Vial, Panamá tiene un atraso de 40 años en movilidad urbana, y añade que hay “un caos organizado” que no ningún gobierno ha logrado arreglar.
Recuerda que hace un par de años, un empresario podía hacer entre cuatro y cinco reuniones de negocios al día, pero ahora con suerte puede realizar dos debido al caos que se vive en las calles, sumado a la incapacidad de las autoridades de tránsito, lo que hace imposible movilizarse con rapidez.
La ciudad de Panamá está creciendo en todas las direcciones, pero las autoridades no han planificado nuevas vías para facilitar el traslado de las personas, recalcó.
Al respecto, Vargas comentó que Panamá tiene el consumo más alto por metro cuadrado entre sus pares latinoamericanos.
Vargas señala que este alto consumo es impulsado por el crecimiento de la economía panameña, donde las personas al tener más ingresos optan por mudarse hacia las afueras de la ciudad, donde hay más posibilidades de adquirir viviendas más grandes.