Los 25 tripulantes del barco de bandera panameña Ever Given continúan como rehenes temporales del conflicto generado tras el incidente ocurrido el 23 de marzo pasado cuando la embarcación quedó atravesada en el Canal de Suez, bloqueando el paso por esa vía acuática.
Pese a que el barco fue removido seis días después, el 29 de marzo, la administración de Suez ordenó incautar el barco y reclamar casi mil millones de dólares por las afectaciones. El barco es propiedad de un holding japonés, operado por una empresa alemana, con tripulación de India.
El portacontenedores se mantiene anclado en el Gran Lago dentro del Canal de Suez, mientras se realizan las investigaciones para determinar las posibles causas que provocaron que el buque quedara encallado en una de las principales rutas marítimas comerciales del mundo.
Los tripulantes a bordo se encuentran en buen estado, según reportó la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF, por sus siglas en inglés), tras una visita al barco.
Sin embargo, los representantes de ITF dijeron que los marinos están comprensiblemente ansiosos por saber si podrán volver a sus casa como de costumbre, luego que finalicen sus contratos de trabajo.
La administración de Suez ha advertido que el barco se mantendrá en Egipto con su tripulación hasta que no se resuelva la reclamación para compensar los daños, ingresos dejados de percibir y la pérdida de reputación.
Pero según declaró a BBC Mundo, Abdulgani Serang, del sindicato de navegantes de India, Bernard Schulte, la empresa alemana que alquiló el barco y contrató a la tripulación, goza de renombre y los marinos tienen acuerdos sindicales adecuados.