Los países de la Unión Europea (UE) intensifican sus negociaciones en torno a un proyecto de regulación de los gigantes digitales con la esperanza de un acuerdo en noviembre para poner fin a sus malas prácticas, puestas de nuevo a la luz por una exempleada de Facebook.
Presentadas en diciembre de 2020, las dos propuestas de leyes para regular los servicios y los mercados digitales respectivamente están siendo discutidas por el Parlamento europeo y por el Consejo, que representa a los Estados miembros.
La Ley de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) quiere prohibir a las plataformas el uso de algoritmos para promover informaciones falsas y discursos peligrosos e imponer a los principales grupos la obligación de moderar su contenido. El segundo texto, la Ley de Mercados Digitales (DMA) prevé normas específicas para los actores “sistémicos”, referentes a cuestiones como la amenaza creciente a la libre competencia o al uso de datos privados de los usuarios.
Entre estos grandes actores están los “Gafam” estadounidenses --el acrónimo que designa a Google, Apple, Facebook, Amazon y Microsoft--, que financian con millones de euros un intenso grupo de presión para edulcorar las normas previstas.