Un diálogo minado por los intereses

Un diálogo minado por los intereses
La plenaria sesionó al final de la semana sin quórum. Algunos representantes impiden así que se discutan los cambios metodológicos. Tomado de YouTube


La mesa plenaria del diálogo en el que se intenta reformar la ley orgánica de la Caja de Seguro Social (CSS) se ha enfocado durante la última semana en una serie de propuestas que extenderían el poder de la junta directiva de la entidad que maneja un sistema de pensiones fallido.

Las propuestas no gozan del consenso de toda la plenaria. De hecho, muchos de los cambios planteados ni siquiera obtuvieron un visto bueno en la fase anterior del debate, en las llamadas mesas de trabajo.

En estos momentos, se discuten los posibles cambios vinculados a la administración de la CSS, entre estos, la conformación de la junta directiva, su método de escogencia y las dietas que reciben.

No se trata de poca cosa, pues se advierte que las aspiraciones de algunos grupos podrían ser utilizadas más tarde como “moneda de cambio” cuando finalmente se llegue al análisis del sistema de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) y las profundas reformas que este programa necesita.

La discusión de los temas administrativos es tan amplia que incluye potenciar los poderes de la junta directiva de la entidad, incrementar el número de sus miembros, además de pretender que se paguen montos más altos por cada reunión a la que asistan y escogerlos sin considerar su idoneidad para desempeñar un cargo directivo.

Actualmente, y de acuerdo con lo que dictamina la Ley 51 de 2005, la junta directiva de la CSS está conformada por 11 representantes principales: los ministros de Salud y de Economía, un representante de los profesionales y técnicos de la salud, tres representantes de los empleadores, cuatro representantes de los trabajadores y un representante de los pensionados y jubilados. Una de las propuestas que surgió en la mesa es que este número se eleve a 17.

Ello implicaría incluir el nombramiento de un representante de los gremios de profesiones de Medicina y de Odontología, un representante de la Asociación Nacional de Enfermeras y un representante de los Técnicos de la Salud.

En estos momentos, estos gremios actúan como directivos, pero en forma alternada o rotativa, por lo que estarían pidiendo una silla permanente para cada gremio.

Además, se propuso incrementar el número de representantes de los pensionados y jubilados y agregar un representante de los pacientes con enfermedades crónicas, entre otros.

En la plenaria, esta propuesta de modificación obtuvo 11 votos en contra 6 a favor y 2 abstenciones.

Pero el hecho de que no logren la validación de la mayoría, no necesariamente implica su descarte a futuro.

La mesa del diálogo enviará al Órgano Ejecutivo todas las propuestas que se discutan, sean consensuadas o no. La idea es dejar en manos del Presidente el tipo de proyecto que enviaría a la Asamblea Nacional para modificar la ley orgánica de la CSS.

En el debate de los aspectos administrativos, en la plenaria surgió otra propuesta que incluía que los representantes de los profesionales y técnicos de la salud fueran designados por sus propias organizaciones y no por el Ejecutivo.

Sin embargo, a lo interno de la plenaria, dicho plan tampoco caló, por lo que se perdió un segundo intento de discrecionalidad, que quedará consignado a futuro si se insiste en agregar estas modificaciones a nivel legislativo, cuando se llegue a ese paso.

Concurso por el puesto

Daniel Lombana, representante de la bancada independiente del diálogo por la CSS, precisó que ahora mismo el principal riesgo es que se quiere “reciclar el mismo sistema vigente en la ley 51, el cual no ha mostrado ser eficiente”.

“Podemos arreglar lo que queramos en el IVM, pero darle el mismo sistema administrativo es volver a fracasar”, opinó.

En este sentido, aprovechó una de las pasadas plenarias para presentar una nueva propuesta, que estaría encaminada a seleccionar a los miembros de la junta directiva a través de concurso para que sean, según el documento entregado, los más idóneos y competentes los que ocupen el cargo.✅

“Sería un concurso basado en sistema de méritos y puntaje. Educación y experiencia comprobada para los candidatos al cargo”, describió.

La idea es que los postulantes representen a un sector, pero que no lleguen como el candidato de un gremio en particular, tal como sucede ahora con varias agrupaciones que tienen garantizada una cuota de poder en la CSS.

La propuesta presentada por Lombana plantea “democratizar” el acceso a la junta directiva, impidiendo que una sola organización acapare, por ley, la representación de un sector, explicó Lombana.

Juan La Calle, representante del Consejo Nacional de la Empresa Privada ( Conep) advierte que las organizaciones que buscan más espacios en la directiva “se han dedicado a ver cómo extienden su poder en lo que entienden como “un botín”.

La Calle se muestra indignado ante el hecho de que se quieran minimizar los requisitos para ser directivo, al querer eliminar de una propuestas la exigencia de que sean personas “idóneas”.

En el debate de la plenaria se llegó a decir que algunos dirigentes sindicales no habían tenido la oportunidad de terminar sus estudios o concretar la universidad y pedirles que fueran idóneos resultaba discriminatorio.

El representante del Conep recuerda que está en juego la administración de la empresa pública más importante del país desde el punto de vista social.

En este punto no hay que olvidar lo que ha sucedido en el pasado reciente. La ley orgánica de la CSS establece que el IVM debe tener una reserva mínima de 2.25 veces del total de sus gastos anuales, sin embargo, la norma se ha ignorado en los últimos tres gobiernos, sin que la junta directiva se pronuncie con energía sobre dicha carencia.

Ahora, “en vez de mostrar preocupación por las personas que toman las decisiones, algunas agrupaciones están ancladas en la entidad para sacar ventajas gremiales y personales”, cuando lo que hay que discutir es cómo se unifica el sistema de salud en el país.

“Nosotros vamos a formalizar la propuesta de un sistema único y de salud para atender a todos”, adelantó.

Esto, sin obviar que quienes estén al frente de la entidad sean directivos cuyos requisitos sean tan estrictos como los de un banco.

Exigen más dinero

En la plenaria también ha salido a relucir la necesidad de aumentar la dieta que reciben los directivos, justo cuando la CSS enfrenta su peor crisis financiera, con todos los programas en déficit y el sistema de pensiones de reparto con fondos insuficientes.

Una de las propuestas fue elevar la dieta que reciben por cada reunión a la que asista de $100 a $500. La propuesta fue del Colegio Médico e indica que la junta directiva se reuniría una vez al mes de manera ordinaria y de forma extraordinaria cuando sea convocada por el presidente del colegiado.

Han advertido que una medida de este tipo podría elevar el gasto en dietas de un tope mensual de $1,200 a $6,000 por cada directivo.

No faltaron las justificaciones para incrementar los pagos, aunque también se generó una propuesta que implicaba subir la cuota por reunión de $100 a $150.

Pero también se recomendó un análisis económico en el que, incluso, podría participar el Ministerio de Economía y Finanzas, para que se sustente una medida de este tipo.

En la plenaria también ha resucitado la idea de cambiar la metodología de aprobación de propuestas.

Se estanca el diálogo

Una constante es la falta de quórum para someter a votación lo que se discute, un punto que se suponía era el más valioso del diálogo, pero que ha quedado relegado.

La metodología exige un quórum decisorio de 81%, es decir, 18 de los 22 votos. Pero a las reuniones nunca asiste la totalidad de los representantes. Entonces, en estos casos, la única forma de aprobar algo es que el 100% de los asistentes esté de acuerdo con lo propuesto, lo que resulta casi siempre imposible.

Durante los últimos encuentros se intentó modificar el método de votación, a fin de llevarlo a una mayoría simple. Pero, tal como ha sucedido con otros temas, algunos dieron por terminada la reunión; salieron del auditorio, y sucedió lo que todos llaman: “tumbar la mesa”.

El relator del diálogo, Michel Facundo Clua , recordó que hay una razón en particular: desde que se incluyó en el orden del día la modificación de la metodología, la inasistencia se ha enquistado.


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