Venezuela está lanzando una nueva versión del bolívar en el último intento de salvar una moneda tan golpeada por años de hiperinflación que los residentes han adoptado el dólar estadounidense.
El llamado bolívar digital, que se introdujo ayer, elimina efectivamente seis ceros del “bolívar soberano”, que comenzó a circular hace apenas tres años.
Se utilizarán nuevos billetes y monedas
Las cuentas bancarias se ajustarán para reflejar la redenominación. Y las compras con tarjeta de débito y crédito serán más fáciles: había tantos dígitos involucrados en algunas transacciones que los comerciantes se veían obligados a dividir la transacción en múltiples pasadas de tarjeta.
Es otra maniobra destinada a apuntalar la moneda nacional, aunque el Gobierno del presidente Nicolás Maduro está permitiendo el uso del dólar estadounidense como una forma de hacer frente a la inflación galopante y la escasez.
El Gobierno ha implementado otros dos cambios de moneda desde 2008, eliminando ocho ceros. La hiperinflación, una de las más altas del mundo, se ha desacelerado a 2,146% por año desde más de 300,000% en 2019, según el índice Café Con Leche de Bloomberg.
Con el cambio del viernes, el billete antiguo más grande, por 1 millón de bolívares, con un valor de alrededor de $0.23, será reemplazado por una moneda de 1 bolívar. Un dólar costará alrededor de 4.2 bolívares en lugar de 4.2 millones de bolívares al tipo de cambio oficial.
“Esto es inútil. Los precios seguirán subiendo y, en unos meses, los nuevos billetes serán inútiles”, dijo Leida León, una trabajadora de limpieza de 37 años en una escuela de Caracas.
El jueves, la demanda de dólares aumentó debido a que la gente temía una suspensión prolongada de los servicios bancarios a medida que se implementa la nueva denominación, dijo Luis Arturo Bárcenas, economista senior de la firma de análisis financiero Ecoanalitica, con sede en Caracas.
Dos tercios de las transacciones minoristas involucran el dólar estadounidense, según Ecoanalitica.
Sin embargo, muchos venezolanos necesitan bolívares para transacciones diarias, como pasajes de autobús y para comprar gas subsidiado por el Gobierno. Si bien el Gobierno intenta impulsar el uso de pagos digitales, muchas regiones se ven afectadas por apagones eléctricos regulares que afectan las comunicaciones.
Los venezolanos se han enfrentado a políticas gubernamentales desastrosas y a la presión de las sanciones estadounidenses que han puesto al país al borde de su octavo año consecutivo de contracción económica. Más de 5 millones de personas han huido del país, que alguna vez fue uno de los más ricos de América Latina.
Se estima que el 76.6% de los venezolanos viven en pobreza extrema, frente al 67.7% del año pasado, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida, Encovi.