La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, pidió a la Unión Europea (UE) que reconsidere su proyecto de tasa digital, al recordar que este tipo de impuesto instaurado por varios países europeos es considerado “discriminatorio para las empresas estadounidenses”.
El acuerdo de impuesto global a las multinacionales, cerrado el 1 de julio bajo la égida de la OCDE y aprobado por el G20 invita a los países a desmantelar las tasas digitales existentes que Estados Unidos considera como discriminatorias, y a abstenerse de instaurar medidas similares en el futuro” declaró Yellen.
Los ministros de Finanzas del G20 aprobaron el sábado en Venecia un acuerdo histórico para la imposición de un impuesto a las multinacionales, incluidas las estadounidenses, con el objetivo de poner fin a los paraísos fiscales y que deberá entrar en vigor en el 2023.
Esta reforma global adoptada convertiría así en redundantes las tasas digitales de la UE, estima Yellen.
Le corresponde pues a la Comisión Europea y a los miembros de la UE decidir el camino a seguir agregó la Secretaria del Tesoro, que viajó este lunes a Bruselas para asistir a la reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro, donde el tema será tratado.
Para financiar el plan de reactivación europeo de 800 mil millones de dólares, la UE previó recurrir a varias fuentes de ingreso, entre ellas esta tasa digital.
Estados Unidos ve con malos ojos este proyecto, al considerarlo discriminatorio para los gigantes estadounidenses como Amazon, Google o Facebook, y estimar que puede hacer fracasar las negociaciones en curso sobre la fiscalidad de las multinacionales. Francia, igual que España e Italia, ya ha instaurado una tasa digital, pero se ha comprometido a suprimirla una vez que el acuerdo de impuesto global a las multinacionales entre en vigor. El impuesto mínimo global afectaría a menos de 10 mil grandes empresas, es decir aquellas cuya facturación anual supere los $890 millones, según estimaciones de la OCDE.


