Hoy por hoy



Una de las promesas en campaña del hoy presidente Cortizo era cumplir el Reto Transparencia 2019, consistente en evaluar indicadores, como leyes anticorrupción, transparencia y rendición de cuentas, compras públicas, justicia, acceso a la información y gobiernos y datos abiertos. Los resultados de la evaluación, preparada por la Fundación para el Desarrollo de la Libertad Ciudadana, es decepcionante: no solo los avances son paupérrimos, sino que, incluso, algunos han retrocedido. Nuestra democracia desmejora con cada administración porque, en el fondo, la ausencia de políticas de rendición de cuentas y transparencia promueven la opacidad gubernamental. En consecuencia, la democracia se queda sin fuerzas; los ciudadanos perdemos el control de nuestro destino como nación y quedamos reducidos a la suma de votos necesarios para que una persona o partido llegue al poder… para luego ignorarnos hasta los próximos comicios. En tontos útiles, en eso terminamos. Y este gobierno nos ha dado muestras claras, inequívocas e incuestionables de que solo somos buenos para darles votos. Cedimos nuestro derecho a reclamar y hoy solo recibimos el desprecio de nuestros gobernantes.