La agilidad está en boca de todos: las búsquedas en línea de ‘transformación Agile’ producen cerca de 100 millones de visitas, y las historias de pioneros bien conocidos circulan ampliamente. Pero, ¿se trata de una exageración, o hay beneficios reales que obtener? ¿La agilidad es sólo un ruido del departamento de Tecnología de la Información (TI), o una oportunidad que merece una atención seria del equipo directivo? Y si perseguir la agilidad genera beneficios, ¿cuál es la receta para el éxito?
Para encontrar las respuestas, llevamos a cabo una Encuesta Global de McKinsey que llegó a 2,190 participantes de todas las industrias y geografías. Queríamos ir más allá de lo normal, por lo que les preguntamos qué hicieron sus compañías en la práctica para avanzar en la agilidad, y qué números duros lograron con respecto al impacto en el negocio. Cuatro elementos se destacaron en nuestro modelo de regresión logística, y juntos formaron una receta que eleva las probabilidades de éxito de un promedio del 30% al 75%:
1. Asegurar que el equipo directivo esté listo: La preparación es clave para llevar a cabo una transformación exitosa, y también lo es el compromiso total del equipo directivo, que debe estar listo y comprender en profundidad qué significa la agilidad a escala.
2. Ser intencionales y perseguir valor: Intencionalmente, queremos decir que la transformación debe ser audaz, deliberada y ejecutada como un esfuerzo coordinado, concertado y consistente. No significa estilo de mando y control centralizado. El equipo directivo debe tener claro dónde está el valor y movilizar a toda la organización para perseguirlo de manera planeada.
3. Ir más allá de los equipos ágiles y construir el tejido conectivo: A medida que se lanzan más equipos Agile, las estructuras y el soporte a su alrededor también deben ser rediseñados - y esto debe ser realizado en forma integral. El modelo operativo es un sistema, y si cambiamos un solo elemento sin abordar el otro, lo paralizaremos. Por lo tanto, las organizaciones deben prestar una atención constante a las dimensiones de estrategia, estructura, procesos, personas y tecnología del modelo operativo.
4. Mantener alta velocidad: Si bien el cambio debe ser integral, también debe ser rápido (tomar más de 18 meses reduce las posibilidades de éxito).
Hace unos años, las transformaciones de la agilidad empresarial eran del dominio de unos pocos pioneros audaces que tenían que descubrir o crear el camino a medida que avanzaban. Ahora, la mayoría de las organizaciones se están apresurando a transformarse en un modelo operativo Agile. El gran cambio hacia la agilidad empresarial está en marcha en muchos sectores .