El mundo camina hacia el uso de energías más limpias y Panamá entra en esa tendencia. Aunque el mercado de autos eléctricos aún es incipiente, cada vez crece más la preocupación entre la población por el cuidado del medio ambiente, y una movilidad más amigable con el planeta. Igualmente cobra relevancia la autogeneración de energía a través de fuentes fotovoltaica y eólicas.
Una compañía como la Casa de las Baterías no se queda atrás y se reinventa para recorrer el camino hacia una revolución energética verde con una oferta de soluciones que se adaptan a la sostenibilidad y el desarrollo.
Juan Octavio Díaz, presidente de esta empresa, menciona que luego de los difíciles meses de la pandemia, es optimista de que se inicie el camino hacia la recuperación.
Admite que la demanda en algunos segmentos como baterías de autos se redujo 15%, mientras que el consumo de equipos para motos se incrementó, además del consumo de baterías de respaldo. Espera que este año y en lo sucesivo haya un auge en la venta de equipos de energías alternativas como paneles solares.
“La demanda de energía solar está creciendo y los temas de respaldo que son fundamentales para muchas empresas”.
La Casa de las Baterías apuesta a esa tendencia y creó una red de 18 puntos de recarga para autos eléctricos que además se alimenta de energía generada con paneles solares.
Luis Felipe Gómez, coordinador de proyectos de la división de energía de la Casa de las Baterías, agrega que mucho antes de la pandemia, estaban enfocados en atender el mercado de los autos eléctricos y de allí que el norte de la empresa mira hacia ese futuro más sostenible. “Enfocados hacia ese futuro, hemos instalado la primer red a nivel nacional de recarga eléctrica desde la ciudad de Panamá hasta David, en Chiriquí.
Destaca que esta área del negocio puede ayudar a mantener las operaciones de la empresa y a contribuir con los objetivos de sostenibilidad, además de poder educar y concientizar a los consumidores sobre la importancia de estas energías alternativas, para reducir la huella de carbono y el impacto del uso de los combustibles fósiles.
La empresa tiene servicios de sistemas integrados completos para que tanto en viviendas como en corporaciones generen y usen la energía solar de forma eficiente. “Esta tecnología se ha vuelto rentable tanto para el medio ambiente como para la economía de quienes las adoptan en mediano y largo plazo”.
Tiempo de reinvención
Para Juan Octavio Díaz, la pandemia ha sido un tiempo de muchos desafíos, principalmente en un mercado como el panameño que venía arrastrando una contracción económica que se acentuó por las medidas de restricción que adoptó el Gobierno para hacer frente a la emergencia sanitaria.
“Como todos los empresarios estamos a la expectativa de qué pasará cuando a finales de septiembre culmine el proceso de arreglos con los bancos; pero a su vez estamos cautelosos sobre qué sucederá con la pandemia ante el surgimiento de nuevas variantes del virus más peligrosas”.
Díaz indica que como empresa tuvieron que ser más creativos en medio de la pandemia no solo para mantener el modelo de negocio, también para responder a las necesidades de los clientes que buscaban comunicarse virtualmente y comprar con servicio a domicilio. “Tuvimos que acelerar la implementación de herramientas tecnológicas para que las personas accedieran a nuestro servicio, y realizar ajustes en nuestras divisiones automotriz donde atendemos con baterías, además de la parte de energía. La tecnología ha sido nuestra gran aliada para innovar”.
Resalta que digitalizaron los canales de atención usando chatbot y sistemas robotizados.
El presidente de la Casa de las Baterías admite que la contracción económica los ha llevado a reajustar sus operaciones, sin embargo mantienen abiertas todas las 28 sucursales de la empresa en el país empleando a 503 colaboradores. En el último año hicieron inversiones por más de 120 mil dólares y siguen fortaleciendo su presencia en el país y en los mercados internacionales donde operan: Costa Rica, Guatemala y El Salvador.
Díaz recomienda a las empresas y emprendedores a estar bien preparados, escuchar y saber leer las tendencias que hay en el mundo y en el mercado para que las empresas no se queden rezagadas.
“No miremos tanto el retrovisor, hay que mirar más el parabrisas, hacia adelante, y saber discernir qué es lo que viene y tener mucha claridad sobre lo que quiere el mercado hoy, pero también en 5, 10 años y más. No se puede mirar con luces cortas en un negocio, hay que mirar con largo plazo. Sé que es un momento difícil y para muchos quizás significa una pérdida, pero hay que seguir trabajando”.
Agregó que es tiempo de reinventarse y entender dónde está la oferta para modificar el modelo de negocio y adaptarlo a esa realidad.
Relata que en momentos en que las cadenas de suministro en Asia y varios mercados como Estados Unidos quebraron debido a problemas logísticos, de producción y alza de precios de los fletes, tuvieron que reforzar la estrategia para mantener el inventario de productos.
“Tuvimos que subir nuestras compras de forma desproporcionada para mantenernos surtidos en Panamá y Centroamérica, y hemos podido llevar esta tormenta que continúa con problemas en oriente y los precios en lugar de reducirse suben, lo que encarecerá los productos provenientes de China, pero abre la opción para los fabricantes en este lado del continente”.
Para Juan Octavio Díaz en este panorama es importante buscar esas oportunidades para nuevos negocios en la región.
Una tarea titánica, además, ha sido la provisión y manejo de inventario en medio de la pandemia, afirmó.