El año cerró con un crecimiento de aproximadamente 13% en su producto interno bruto (PIB), compensando parcialmente la caída de 17.9% sufrida en el 2020. La recaudación fiscal igualmente muestra signos favorables.
Pero el panorama laboral permanece incierto. Toda la generación de empleo en los últimos dos años ha estado en el sector público. El sector privado, que perdió a 364 mil trabajadores asalariados el año pasado, recuperó parte del terreno perdido, pero no está generando nuevos empleos.
El reciente Informe Laboral del INEC reporta una reducción de la tasa de desempleo, de 14.5% en junio de 2021 a 11.3% en octubre 2021. No obstante, a octubre 2021 habían 610,208 beneficiarios en el Programa del Vale Digital, quienes reciben ese beneficio justamente porque perdieron o no encuentran empleo. Si agregáramos esta cifra (sólo como ejercicio teórico) a la Población Económicamente Activa, el desempleo a octubre 2021 estaría alrededor del 32% y no 11.3%.
Entre enero y octubre de 2021, Mitradel tramitó 183,519 nuevos contratos laborales (76% de ellos temporales), 44% por debajo de los 326,802 tramitados en el mismo período del 2019, año en el que la economía generó 52,040 empleos, todos informales. Este patrón es síntoma de incertidumbre en el clima de inversiones en el país.
La permanencia de Panamá en las listas del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y de la Unión Europea (UE) es otro factor que agrega incertidumbre, pues afecta nuestra capacidad para atraer Inversión Extranjera Directa (IED), que cayó 86.4% en 2020 y un 12.6% en el primer semestre de 2021. Hoy Costa Rica es el país que, proporcional a su economía, atrae más IED en el mundo.
A pesar de la inquietud alrededor de la variante Ómicron, el 2022 debe ser un año de recuperación laboral, en la medida que pueda generarse confianza en el clima para las inversiones privadas en el país, con énfasis particular en la llegada de más inversión extranjera directa.