Los últimos meses del 2019 pusieron en evidencia que las explosiones sociales no son monopolio de un país ni de una región. Hubo sucesos relevantes desde Hong Kong hasta Santiago de Chile, pasando por Argel, Barcelona, Beirut, Caracas, Bogotá, Quito y varias ciudades más. La pregunta radica en saber si frente a un cambio de orden social caracterizado por intensas demandas sociales, los negocios se quedan igual.
¡Evidentemente la respuesta es no! Un entorno cambiante sobre el orden social tiene altísimo impacto en los negocios, y en particular en los desafíos de los líderes empresariales para lograr la sostenibilidad de los negocios.
En la década concluida recientemente se concretó el paso de la sociedad industrial a la de la información. Desde 2010 se popularizaron los teléfonos inteligentes permitiendo no solo un estándar de conectividad sin precedentes, sino el acceso a la información con una capacidad de expresión prácticamente ilimitada. En paralelo, vivimos en una sociedad con un nivel altísimo de transparencia en la que interactúan unos 2 mil millones de usuarios de dispositivos móviles que tienen una cámara de vídeo en el bolsillo, con plataformas y nuevos canales para impulsar la participación ciudadana y activar de forma expédita denuncias y grandes protestas.
Los manifestantes en todas partes tienen una misma exigencia: que se respete su dignidad y se les reconozcan como seres humanos con todos los derechos. Evidentemente hay diferentes expresiones sobre los derechos, desde el combate del hambre y la pobreza, hasta la calidad institucional y la falta de representatividad de los líderes políticos, pasando por la defensa del cambio climático.
Al final, estamos hablando de la estricta necesidad de impulsar modelos de crecimiento sostenibles que contemplen el equilibrio entre lo económico, lo ambiental y lo social, a partir de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible plasmados en la Agenda 2030, con acciones y metas concretas por país, para adelantar esquemas de cooperación y alianzas y cerrar las brechas sociales identificadas.
La búsqueda de este nuevo orden social requiere mayor proactividad de los líderes empresariales para entender de cerca la realidad de los stakeholders y poder lograr un negocio resiliente ante un cambio global del orden social.
Es fundamental que los líderes de las empresas logren desarrollar un verdadero propósito de cara a la sociedad. Dentro de ese proceso es importante revisar la agenda estratégica de sus negocios.