La sombra de un frondoso árbol de aguacates de más de 90 años sirve de testigo fiel de la historia de un asentamiento arquitectónico que se resistió al tiempo y hoy cobra vida.
El conjunto monumental La Compañía de Jesús, específicamente el patio del claustro y el edificio del antiguo convento de los Jesuitas, que se erigen junto a otros antiguos edificios de la cuadra, es un lujoso hotel, La Compañía, del segmento Unbound Collection de la cadena Hyatt, en el que se invirtieron $42 millones.
Los cuatro edificios restaurados contarán la historia de la fundación de Panamá en sus pasillos, con habitaciones especialmente decoradas en ambientes y estilos como el francés, el español y el americano, que se conjugan con la arquitectura del Casco Antiguo.
Desde el patio central, Fidel Reyes, gerente del Hotel La Compañía, comienza el relato. Se transforma por momentos en un guía y anfitrión para describir la obra que abrirá en una primera fase esta semana, con 65 de las 88 habitaciones.
“Más que un hotel, es un museo viviente, estamos rescatando la historia de Panamá, el edificio más antiguo data de 1,688, hecho de calicanto, de piedras y ladrillos que hemos tratado de conservar con un proceso de restauración con acabados de primera”.
Reyes se pasea por el ala francesa, española y americana describiendo cada espacio. En el área española cuentan con 20 habitaciones, con ventanas y balcones que recuerdan los de Andalucía, con mirada hacia el patio interior de 1,500 metros cuadrados. En ese edificio está el restaurante Santuario, llamado así por su estructura de muros de piedra , arcos y bóvedas que asemejan a las iglesias jesuitas.
En el centro se ha colocado un pozo del siglo XVI, completamente restaurado, que pertenecía al mismo edificio, y está recubierto por un cristal, que junto a toda la decoración crea un ambiente medieval bañado por una luz que traspasa un conjunto de vitrales. La oferta gastronómica incluye un horno tandori para preparar platillos exóticos porque la idea es que la experiencia culinaria sea una de las piezas centrales del concepto. “Ese edificio albergó uno de los primeros hoteles del Casco, llamado Washington y también estuvo la Cruz Roja”, recordó Reyes.
El paseo sigue ahora por los pasillos internos que llevan al ala francesa, decorado con fotografías históricas de la época de la construcción del canal francés. “Este era el convento de los jesuitas y además fue la primera universidad de Panamá. Para restaurarlo regresamos al pasado, 400 y 500 años de historia y nos convertimos en el oráculo para escuchar los edificios y darles ahora una nueva vida, conservando su carácter”, resalta Reyes.
En esta área también está la entrada principal, con un lobby que marca la fundación de Panamá, decorado con un mural de mármol blanco que representa a Vasco Núñez de Balboa de un lado y con fotografías de Amador Guerrero y otros personajes.
En el sótano recrearon un claustro rodeado de piedras que sirve para reuniones, además de contar con una cava, cuya reserva cuenta con más de 1,800 vinos.
Por el patio se pasa al área americana que albergaba el antiguo American Bazar de 1904. Este será el último edificio en abrir, a finales de mayo, con 23 habitaciones. Tendrá dos restaurantes y otras áreas de entretenimiento.
“La Compañía no es un hotel común, es un destino histórico en el Casco Antiguo”. Así lo resume Reyes, a pocos días de abrir sus puertas.