San José sirve muy bien como punto de partida hacia otros sitios turísticos del país, como el pueblito de Zarcedo, con su impresionante jardín frente a la iglesia de San Rafael. Siguiendo el mismo camino, se llega al Tabacon Resort, que cuenta con unas preciosas aguas termales cuya temperatura oscila entre los 22 y 41 grados celsius. Desde allí, en una noche despejada, se aprecia el Volcán Arenal, que está activo, y escupe pelotas de lava periódicamente. Otro lugar interesante son los jardines de la Catarata La Paz, con orquídeas, colibríes, y un "mariposarium", acompañado por cinco majestuosas cascadas. Además, está la reserva forestal de Santa Elena, donde se puede atravesar el bosque nuboso en el "Sky Walk": un conjunto de cinco puentes de suspensión. Otro lugar que se puede visitar es el pintoresco pueblo de Santa Elena, donde hay un ranario, un serpentario y un insectario. La visita al Volcán Poás también es extraordinaria y desde su mirador, si las nubes lo permiten, podrá admirar el cráter, con su lago de azufre hirviendo.
Costa Rica ha sabido explotar su mercado turístico, logrando que quienes la visitan se sientan satisfechos y con ganas de volver. Sin embargo, en su afán de atraer al "gran turismo" han contaminado sus bosques con ruidos, infraestructuras y han sobrepasado la capacidad de carga de los senderos; provocando la migración de la fauna, entre otros daños. Panamá debe aprender de errores como estos para crear un lugar ideal para el turismo, pero con la conservación por delante.