Así lo advirtió el obispo auxiliar de San Pedro Sula, Rómulo Emiliani, quien afirmó que el narcotráfico, la falta de respaldo familiar, la pobreza, el desempleo y el crimen organizado son las causas principales que hacen que los jóvenes se vuelvan pandilleros.
Al sentirse excluidos, los jóvenes de los barrios marginados son propensos, más que convertirse en pandilleros, a ser "terroristas urbanos", subrayó el sacerdote.
Todos esos barrios donde está creciendo la inconformidad y el rencor hay que atenderlos, porque los mismos constituyen una bomba de tiempo, advirtió el religioso, quien lucha en Honduras para que los jóvenes abandonen las pandillas denominadas "maras" y que tienen aterrorizada a la población de ese país, pues cometen toda clase de delitos que van desde el robo a mano armada hasta asesinatos.
Las palabras del sacerdote se dieron en un panel con periodistas en el marco del IV Congreso Internacional de Psicología.
Muy consternado, el sacerdote se refirió a la muerte hace tres meses de 107 jóvenes pandilleros en el Centro Penitenciario de San Pedro Sula. Dijo que la mayoría de ellos había manifestado su decisión de abandonar las pandillas y pasar por un proceso de rehabilitación.
El crimen organizado y el narcotráfico se aprovechan de estos jóvenes que no tienen trabajo, amor, apoyo, ni ningún tipo de respaldo familiar. "Se sienten que las pandillas son su familia", apuntó.
El obispo exhortó al gobierno y a las familias a que no descuiden a los jóvenes. "Se deben tomar medidas en ese sentido ya, antes de que sea demasiado tarde", advirtió.
Por su parte, el periodista Hermes Sucre de La Prensa, dijo que le llamaba la atención de que cada vez que en Panamá se hablaba de las "maras", las autoridades le daban poca importancia al tema.
En ese sentido recordó cuando en los años 80 un actor murió de la enfermedad denominada sida, todo el mundo decía que se trataba de una "rara" enfermedad que jamás llegaría a Panamá. ¿Qué pasa hoy día?, la enfermedad está aquí y ya ha matado a muchos panameños, recordó el periodista.
Advirtió que hay que tener cuidado con las "maras" y agregó que aquí en Panamá existen más de 500 pandillas, donde existen jóvenes que tienen todas las características de las temidas agrupaciones que tienen aterrorizadas a Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua.
En tanto, la periodista Nubia Aparicio, también de La Prensa, hizo énfasis en la atención que se le debe brindar a los jóvenes en los hogares, pues no necesariamente es la pobreza la razón por la que la juventud busca refugio en las pandillas, pues en Honduras hay muchos jóvenes que lo han tenido todo, pero no han recibido de sus padres lo más importante: amor y comprensión.
En el panel también participó Flor Cogley de El Panamá América, quien indicó que la leyes "antimaras" que se han puesto en vigencia en los países centroamericanos están agravando la situación de violencia, porque se detiene a los jóvenes solamente por estar tatuados.

