Fue un golpe en la nariz y la última noticia del año... le habían conectado un derechazo en el rostro al entonces contralor, Alvin Weeden. La sangrante imagen de Weeden y el coro "Chito... Chito", recorrió el país en la víspera del 2005.
Chito, como prefiere que lo llamen sus amigos, tiene la estatura para jugar baloncesto, sus gestos acompañan un pausado hablar y no desentona al usar un micrófono, porque en algún momento dirigió un programa de radio.
Este comerciante retirado de 65 años ha sacudido los cimientos de la clase política local por años. Sus pleitos públicos con familiares y políticos –Eduardo Quirós, Noriel Salerno y Alvin Weeden– unido a más de 700 denuncias diseminadas entre el Ministerio Público, la Asamblea y la Corte Suprema de Justicia, son cada semana la comidilla predilecta de los comentaristas políticos.
Pero, ¿quién es este personaje?, ¿quién lo financia?, ¿de dónde saca la información?
El "frente" de Chito
En 1985, un grupo de panameños decidió organizarse para combatir el régimen militar. Así nació una agrupación, compuesta por empresarios, políticos y periodistas, que llamaron Frente Nacional contra la Corrupción, cercana a la Cruzada Civilista, la más fuerte y visible oposición a Manuel Antonio Noriega.
En aquellos años, el Frente obtuvo financiamiento externo. El Gobierno estadounidense autorizó el uso de 10 millones de dólares de una cuenta que congeló al gobierno de Noriega. Parte de esos fondos fueron destinados para financiar a la oposición y, entre esta, al Frente Anticorrupción.
Al caer la dictadura en diciembre del 1989, el Frente prácticamente se desmembró. Montenegro, quien se encargaba de pagar los espacios radiales de la Cruzada, pasó a trabajar en el gobierno de Guillermo Endara.
Al terminar el gobierno de Endara, Montenegro decidió que el Frente debía volver a la carga. Así, durante la presidencia de Ernesto Pérez Balladares, Chito denunció incluso a su hermano Raúl, entonces ministro de Gobierno y Justicia.
Durante la administración arnulfista de Mireya Moscoso, Chito rompió todos los récords posibles sobre presentación de denuncias. Ninguna fue resuelta durante la permanencia de José Antonio Sossa en la Procuraduría.
El Frente hoy
Enrique Montenegro –el flamante secretario general del Frente– aparece cada viernes en RCM Televisión, con una nueva denuncia.
Su cuartel general sigue siendo el restaurante El Prado de la Vía Argentina. "Durante la dictadura había que andar con cuidado y este lugar era perfecto para trazar las estrategias". Pero si ya no hay dictadura, ¿por qué sigue operando allí? "Me acostumbré y no hay otros lugares de reunión, salvo mi casa, que a veces uso", apuntó.
Sus seguidores más cercanos son un abogado y un educador. Florencio Barba Hart, nacido en el Casco Viejo capitalino, hijo de Colón Barba, propietario de la modesta librería El Ensueño en la bajada de El Ñopo, en donde encontró, aparte de la lectura, la oportunidad de estudiar derecho.
La librería es una de las pocas que subsiste en esa área de la ciudad, y su local sirve además de oficina para Barba Hart, la cabeza más visible del Frente después de Montenegro.
El otro miembro conocido es el educador Carlos Zavala, quien se mantuvo por muchos años colaborando con Montenegro en las denuncias que el Frente presentaba en el Ministerio Público. Además, Zavala incursionó como presentador de televisión. Su programa "Cuentas Claras", de RCM, se convirtió en la cita regular de Montenegro y Barba Hart.
El financiamiento del Frente es un misterio. Nadie, ni siquiera el propio Montenegro, da una respuesta sobre sus fondos. En contraste, las fuentes que le suministran información son numerosas e insospechadas. Y aunque no mencionó quiénes son, Montenegro asegura que incluyen a ciudadanos comunes, funcionarios de diversas jerarquías, empresarios, policías, abogados y hasta adversarios del mundo político.
Contactado por este diario, Enrique Montenegro corroboró la versión sobre los fondos procedentes de la cuenta congelada en Estados Unidos. "Ese dinero llegaba al país a través del Banco Suizo y lo manejaban, entre otros, Gilberto Arias y Joaquín Fernando Franco, desaparecido líder del Partido Liberal Auténtico. Se le daba apoyo a mucha gente que luchaba contra la dictadura", relató.
Montenegro explica que cada denuncia que presenta va con su nombre, así que el Frente "no necesita de una personería jurídica para existir".
En cuanto a la forma como se gana la vida, explica que le basta con su jubilación. "Cotizaba como independiente, así que pude completar las cuotas necesarias". Y sobre su polémico activismo, Chito descalifica a sus críticos: "este país está lleno de cobardes y sinvergüenzas que solo piensan en sí mismos... es lógico que los corruptos no gusten de lo que hago, porque siempre los he combatido".
El hombre entre la crítica y los aplausos
Quienes avalan la labor de Montenegro consideran que es necesario que haya más personas que sigan sus pasos. Sus enemigos, en cambio, lo califican de "chantajista y farsante". Entre estos destaca el arnulfista Antonio Domínguez, que afirma que Montenegro abusa de su posición y que hace "chantaje en base a calumnias".
Miguel Antonio Bernal –abogado y educador, además de un duro crítico de la dictadura militar– cree que la labor de Montenegro es fundamental para la democracia. "Necesitamos ciudadanos que asuman protagonismo y no permitan que los que se arropan en privilegios, sigan representándonos y evitando la urgente transformación de la sociedad", comentó Bernal.
Domínguez, por su parte, continúa la descalificación: "es un oportunista y un chantajista, con una vida llena de lujos que no ha podido justificar".
Aparte de las opiniones, el Frente es la instancia que "encabeza la lucha contra la corrupción en Panamá".
Así, según una encuesta de LatiNetwork Dichter & Neira, realizada a mediados de abril, el 26.2% de los encuestados –la cifra más alta– mencionó el Frente como la instancia que se destaca en la lucha contra la corrupción. La siguiente cifra más alta, 14.8%, dijo que "ninguna"; el 12.7% mencionó la Presidencia de la República; el 11%, los medios de comunicación; el 10% mencionó a Alma Montenegro de Fletcher; el 8.4% citó a la Iglesia; el 7.8%, a la Procuraduría, y el 5.5%, a la Contraloría.
