El proyecto para reformar la Ley Orgánica de la Caja del Seguro Social es un documento de 64 páginas y 180 artículos que contiene lo que el Gobierno ha tratado de mostrar como "la solución final".
"No pasaré agachado", dijo el presidente, Martín Torrijos, señalando su aparente voluntad de tomar el toro bravo del Seguro por las astas hasta dejarlo mansito como un perro caniche. "Estamos dispuestos a pagar el costo político de la reforma", volvió a la carga Torrijos el viernes pasado, queriendo dejar en claro que no es de los mandatarios que se dejan apresar por las coyunturas.
Sin embargo, en la génesis del proyecto pueden encontrarse algunas perlitas que dejan ver sobre todo una cosa: la lucha entre los técnicos, que hubiesen preferido hacer cirugía mayor, y los cuadros políticos, que preferían un plan menos traumático incluso del que finalmente se presentó en la Asamblea Nacional.