Las redes empleadas para las comunicaciones, los programas automatizados para hacer funcionar a distancia aparatos en el hogar, o el marcapaso de un paciente cardíaco, cada vez son más vulnerables a ataques informáticos.
La alteración de los sistemas que facilitan la vida en la era moderna son una amenaza real, según plantearon varios expertos el pasado jueves en la segunda Conferencia Cybertech América Latina, celebrada en el Centro de Convenciones de Ciudad del Saber.
El principal problema en ciberseguridad es que los atacantes son muy bien recompensados por estas operaciones que ponen en peligro cualquier sistema.
“Desarrollar un malware [programa maligno] en el mercado, cuesta 2 mil 500 dólares. Si uno de esos agentes malintencionado desarrolla 3 o 4 por mes, fíjese el ingreso que puede llegar a tener”, comparó Alex Tapia, representante del gigante de soluciones tecnológicas Cisco, sobre el daño latente.
“Los nuevos criminales ya no son los que van disfrazados a un banco a robar dinero, sino los que están detrás de una computadora en su casa o cualquier lugar del mundo, inyectando malwares, destruyendo organizaciones y cobrando por eso”, determinó el especialista.
Alertó acerca de la vulnerabilidad de las páginas encriptadas, que se creían blindadas de ataques hasta hace poco.
Se refiere a que los nuevos criminales de las redes ya burlaron el sistema, y según un estudio global de la compañía, “4 de cada 10 alertas de ataques cibernéticos no se investigan”, mientras que de las que sí se investigan el 54% ni siquiera llega a ser remediado.
El avance de este panorama desalentador, que puede afectar a cualquier gobierno, empresa o persona, se visualiza como “la cuarta revolución industrial”.
Tapia recomienda contar con “sistemas de detección automatizada y la inteligencia artificial”, que a la larga deben mantenerse en renovación, puesto que los atacantes también mejoran sus estrategias.
“No existe la ‘bala de plata’ en seguridad”, advierte Tapia acerca de los programas existentes para protegerse de los ataques. Una de la principales limitantes es la capacidad de respuesta inmediata ante la detección de la descarga de un archivo malicioso en la red interna de una corporación.
En una mesa redonda, entre los CEO israelíes Ray Guzmán, Ami Braum y Rami Efrati y el panameño Carlos Alvarado, de Frontera Security, se invitó a las organizaciones ha informar a sus colaboradores sobre los peligros que existen en las plataformas virtuales, que pueden debilitar la seguridad informática de la compañía, entre ellos descargar indiscriminadamente programas o hacer clic sobre supuestas loterías ganadas que llegan hasta los correos o las webs en las cuales navegan los usuarios desprevenidos.