KABUL, Afganistán (Reuters). Aviones estadounidenses continuaron ayer jueves sembrando muerte y destrucción desde los cielos de Afganistán, pero un ministro del Talibán dijo que Osama bin Laden y sus protectores islámicos de línea dura seguían vivos y saludables.
Durante el día, los aviones bombardearon Kabul y otras ciudades matando a decenas de personas en todo el país, según testigos y funcionarios del Talibán, pese al pedido de agencias de ayuda humanitaria para que se suspendan los bombardeos mientras se distribuyen alimentos.
Bin Laden renovó también sus amenazas de que los soldados estadounidenses sufrirán, si envían tropas terrestres a Afganistán.
Los blancos estadounidenses se encuentran en Kabul, en los alrededores de la ciudad de Kandahar, sede del Talibán que ha sido estremecida por una serie de poderosas explosiones, y en la ciudad oriental de Jalalabad, donde funcionan campos de entrenamiento terrorista de bin Laden, dijeron testigos.
Sin embargo, el militante de origen saudita y los líderes de alta jerarquía se encontraban a salvo tras 12 días de bombardeos, dijo el ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Amir Khan Muttaqi.
"Todos se encuentran bien. Ninguno de los líderes del Emirato Islámico, ni sus huéspedes han sufrido daños desde que comenzó la incursión estadounidense", dijo Muttaqi a Reuters.
Los talibán insistieron en que no entregará a su huésped bin Laden, acusado de los atentados suicidas contra el World Trade Center, en Nueva York, y el Pentágono, cerca de Washington.
El portavoz de alto rango del movimiento Abdul Hai Mutmaen dijo que de 600 a 900 personas han muerto hasta ahora o se encuentran desaparecidas por los ataques encabezados por Estados Unidos contra Afganistán.
"El número de bajas va de 600 a 900 muertos, porque consideramos a los que están desaparecidos bajo los escombros, entre los muertos", dijo Mutmaen a la televisión Al Jazira, de Qatar.
"Y no me pregunten sobre el número de heridos, porque es de miles y no tengo una cifra de eso", agregó.
Anteriormente, el embajador del Talibán en Paquistán, Abdul Salam Zaeef, dijo en un comunicado que más de 400 personas habían muerto desde que comenzó la campaña de bombardeos liderada por Estados Unidos.
Asimismo, los últimos informes de testigos y funcionarios dijeron que siete transeúntes murieron cuando una bomba impactó un depósito de municiones en Kabul, elevando el número de muertos a 70 en solo 24 horas de ataques estadounidenses en la capital afgana y Kandahar.
La cifra incluye 42 civiles muertos en Kandahar, la capital espiritual del Talibán, dijo el ministro afgano de Educación, Amir Khan Muttaqi, citado por Prensa Islámica Afgana (AIP).
