El grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) se responsabilizó por el ataque a una comisaría en el que cuatro policías y un civil resultaron heridos, el tercer atentado con explosivos en menos de una semana.
Una bomba estalló el domingo cerca de la medianoche en una estación de policía en el pueblo de Horqueta, 440 kilómetros al norte de la capital paraguaya, y destruyó una camioneta patrullera, informó el comisario Carlos Aguilera, director policial de la zona.
Más tarde, el oficial Blas Noguera confirmó a la AP que hubo una quinta víctima que “cuando se produjo el estallido pasó en su motocicleta frente a nuestra comisaría”.
Dijo que aparentemente la onda explosiva afectó su tímpano y luego de ser atendido en un hospital fue enviado a su casa.
El EPP se atribuyó el ataque en un panfleto escrito a mano en el que señaló:
“Nuestros muertos están más vivos que nunca. Que viva los gloriosos y heroicos camaradas. No olvidaremos ni perdonaremos. Que olviden la palabra clemencia. Cobraremos caro el festival de torturas y el asesinato de nuestros camaradas Aníbal y Simón”.
