El primer ministro británico, David Cameron, en su primera visita oficial a Washington intentó calmar el enojo en EU hacia la compañía BP por el desastre petrolero en el golfo de México, y por su presunta participación en la liberación en agosto pasado del responsable del atentado de Lockerbie.
“BP es una compañía importante tanto para la economía británica como para la estadounidense. Miles de empleos a ambos lados del Atlántico dependen de ella. De modo que, como acordamos, es favorable para los intereses de nuestras dos naciones que (BP) siga siendo una compañía fuerte y estable en el futuro”, dijo Cameron durante una conferencia de prensa ofrecida en la Casa Blanca junto con el presidente Barack Obama.
Cameron agregó que ha pedido la revisión de documentos gubernamentales sobre la liberación del responsable del atentado de Lockerbie, pero recordó que autoridades escocesas liberaron a Megrahi.
La administración Obama pidió a Londres revisar la decisión de liberar a Abdel Baset al Megrahi, que cumplió ocho años de una sentencia de cadena perpetua.
