La Iglesia católica chilena sostuvo ayer que las cárceles chilenas “son verdaderos tarros de basura”, en alusión al hacinamiento que sufre la mayoría de los recintos penales en este país.
“Nuestras cárceles son verdaderos tarros de basura, donde las personas son tratadas como basura humana”, aseguró el sacerdote Alfonso Baeza en declaraciones que difunde la página digital de El Mercurio.
Baeza, ex vicario de la Pastoral Obrera y de Pastoral Social, afirmó que la mayor parte de la sociedad busca que los presos “se pudran en la cárcel, tal como sucede con la basura en un vertedero”.
Bautizado como “el padrino de los presos”, Baeza jugó un papel importante en la tragedia ocurrida en la cárcel de San Miguel, el pasado 8 de diciembre, donde tras una riña y un posterior incendio murieron 81 reclusos.
El sacerdote debió concurrir al recinto penal, situado a unos ocho kilómetros al sur del centro de la capital chilena, y mediar entre los familiares de los reclusos y las autoridades de Gendarmería (guardia de prisiones).
“Las cárceles son peor que un campamento (villa miseria). Creo que el campamento más pobre de Chile tiene mejores condiciones de vida que nuestras cárceles, con la diferencia que en el campamento se está libre”, subrayó el religioso.
Afirmó que no es posible que en las cárceles estén conviviendo presos de alta peligrosidad con jóvenes que fueron detenidos por la venta de películas pirata, al recordar a Bastián Arriagada, un joven de 20 años que murió calcinado y que estaba en prisión preventiva por este ilícito.
“Creo que nuestro país está llegando a un estado de insensibilidad muy grande. Hasta los propios gendarmes (guardia de prisiones) viven y trabajan como si estuvieran presos”, sentenció el religioso, quien reiteró en un llamado al indulto, pero sin tocar casos de violaciones a los derechos humanos.

