Ciento cincuenta cardenales de todo el mundo se encuentran reunidos ayer con el papa Benedicto XVI en el Vaticano para “reflexionar” sobre los casos de sacerdotes pederastas, la situación de la libertad religiosa en el mundo y la apertura de la Iglesia católica a los anglicanos que quieran volver.
La reunión se celebró a puerta cerrada en el Aula Nueva del Sínodo y se prolongó durante todo el día. El encuentro comenzó con unas palabras del Papa, según precisaron fuentes vaticanas, y tras su intervención el cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, habló de la situación de la libertad religiosa en el mundo y los nuevos desafíos.
Después, el cardenal español Antonio Cañizares Llovera, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, habló de la liturgia en la vida de la Iglesia de hoy.
Tras la intervención de Cañizares, el Papa almorzó con todos los cardenales y a las cinco de la tarde (16.00 gmt) se reanudó la reunión, calificada por el Vaticano como “jornada de reflexión y plegarias”. La sesión de la tarde la abrió el arzobispo Angelo Amato, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, quien habló del documento vaticano Dominus Iesus diez años después de su publicación.
La cerró el purpurado William Joseph Levada, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, que habló “de la respuesta de la Iglesia a los casos de abusos sexuales” y de la decisión de la Iglesia católica de abrir sus puertas a los tradicionalistas anglicanos contrarios a las medidas demasiado aperturistas de la Comunión Anglicana, como la ordenación de mujeres y de homosexuales como obispos.
La “jornada de reflexión y plegarias” se celebró aprovechando la presencia en Roma de esos cardenales, venidos para el consistorio que se celebrará este fin de semana, el tercero del Pontificado del Papa Ratzinger, en el que Benedicto XVI creará 24 nuevos purpurados, entre ellos un español, un ecuatoriano y un brasileño.
Se trata del arzobispo emérito de Quito, Raúl Eduardo Vela Churiboga, de 76 años; de Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida (Brasil), de 73, y del arzobispo emérito castrense español José Manuel Estepa Llaurens, de 84 años. Esta es la primera vez que un número tan elevado de cardenales analizarán junto al Papa los escándalos de clérigos pederastas desde que se conocieran el pasado año los informes Ryan y Murphy que desvelaron que durante décadas centenares de niños irlandeses sufrieron abusos sexuales por parte de sacerdotes en ese país.
También se conocieron casos de abusos por parte de clérigos hacia menores en Estados Unidos, Alemania, Austria, Holanda, Bélgica, Reino Unido e Italia.

