El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, encabezó ayer, sábado, en Asunción, un acto de conmemoración por el aniversario número 75 del fin de la Guerra del Chaco, librada por este país y Bolivia entre 1932 y 1935.
Lugo depositó una ofrenda floral ante el Panteón Nacional de los Héroes junto a su vicepresidente, Federico Franco, varios ministros y un grupo de ex combatientes de esa guerra.
La ceremonia también contó con la participación de los jefes castrenses y con un grupo de estudiantes de la Academia Militar (Academil) de Capiatá, cercana a la capital paraguaya.
Los excombatientes aprovecharon la ocasión para reiterar su solicitud de un aumento de la pensión que reciben del Estado y que asciende a 2.5 millones de guaraníes (unos 500 dólares).
Juan Ríos, presidente de la Unión Paraguaya de Veteranos de la Guerra del Chaco (UPV-Chaco), calificó de lamentable que varios de sus compañeros deambulen pidiendo ayuda “mutilados”. También instó a los diputados a aprobar un proyecto de ley para incrementar las pensiones que reciben a 2.8 millones de guaraníes (unos 587 dólares).
Lugo participó en el acto luego de que fuera suspendido el encuentro que tenía previsto este sábado con su homólogo de Bolivia, Evo Morales, como lo hicieron el 12 de junio de 2009 en la localidad de Mariscal Estigarribia, en el Chaco paraguayo. Los mandatarios, que habían anunciado ese encuentro el 14 de mayo pasado en Asunción, suspendieron la actividad prevista para este sábado debido a compromisos preestablecidos de ambos mandatarios.

