Benedicto XVI dijo ayer que la división de los cristianos es una “ofensa” a Cristo, y tras implorar la unidad, aseguró que, para ser en el mundo actual “señal e instrumento” de unidad con Dios y los hombres, los cristianos deben basar sus vidas en la comunión fraterna, la eucaristía y el rezo.
El Pontífice hizo estas manifestaciones ante varios miles de fieles que asistieron en la plaza de San Pedro del Vaticano al rezo del Ángelus, en el que recordó que la Iglesia católica celebra desde el pasado día 18 y hasta el 25 (festividad de la Conversión de san Pablo), la semana de rezos por la unidad de los cristianos.
Una vez más, el Obispo de Roma imploró la unidad de los cristianos -uno de los puntos cardinales de su pontificado- y afirmó que también hoy “para ser en el mundo instrumento de íntima unión con Dios y de unidad entre los hombres”, los cristianos deben basar sus vidas en cuatro puntos: escuchar la palabra de Dios, la comunión fraternal, la eucaristía y la plegaria.
Según el Papa, solo así, permaneciendo unida a Cristo, la Iglesia puede cumplir eficazmente su misión. “Cualquier división en la Iglesia es una ofensa a Cristo, el único en el que podemos encontrarnos unidos, debido a la fuerza inagotable de su gracia”, afirmó Benedicto XVI.
El papa Joseph Ratzinger exhortó a los cristianos a la“plena y visible unidad”, y recordó que el 25 de enero, fiesta de la Conversión de san Pablo, se trasladará a la basílica romana de San Pablo Extramuros para clausurar la semana de rezos para la unidad.
En estos días, el Papa ha expresado su “vivo pesar” por la imposibilidad de que los cristianos puedan compartir la mesa eucarística debido a la división, señal, según dijo el pasado miércoles durante la audiencia pública en el Vaticano, de que la unidad “está aún lejana”.
Benedicto XVI manifestó que los cristianos deben de dar un fuerte testimonio de unidad y de compartir ante el hombre actual, “muchas veces sin puntos claros y válidos de referencia”.

