El contagio del VIH y el sida entre millones de personas podría ser menor si los adictos que se inyectan drogas fueran tratados como pacientes y no como delincuentes, cuestionó el viernes la Federación Internacional de la Cruz Roja.
Más del 80% de los gobiernos del mundo “están inclinados a realidades artificiales, ajenos a la evidencia de que tratar a las personas que se inyectan drogas como criminales es una política fallida que contribuye a la propagación del VIH (Virus de inmunodeficiencia humana)”, señaló la Cruz Roja.
Aproximadamente 16 millones de personas en el mundo se inyectan drogas, principalmente debido a que administrarlas por esa vía hace que el efecto sea más rápido e intenso, y este es un fenómeno que tiende a aumentar en todos los continentes, según la institución. La Federación Internacional de la Cruz Roja expuso esa situación al divulgar un informe de 24 páginas, que destina esencialmente a promover una nueva estrategia para que las naciones frenen a la propagación del virus entre los consumidores de drogas inyectadas.
