La policía tailandesa anunció ayer el hallazgo de un cementerio de migrantes indocumentados en el sur de Tailandia, probablemente refugiados de Birmania o Bangladesh, que suelen transitar por esa zona rumbo a Malasia.
El jefe de la policía nacional, Somyot Poompanmoung, cree que se trata de refugiados rohingyas, una minoría musulmana de la vecina Birmania entre las más perseguidas del mundo, según la ONU.
“Creemos que la mayoría de los rohingyas fueron transferidos al territorio malasio. Abandonaron a los muertos y a un enfermo que ya no podía andar”, hace dos días, añadió Somyot, que denunció“una banda de traficantes de seres humanos”. El enfermo originario de Bangladesh tenía aspecto demacrado y tuvo que ser ingresado en un hospital de Tailandia.
“Hay una treintena de tumbas... Cuatro ya fueron abiertas y se exhumaron cuatro cuerpos”, precisó Grisda Boonrach, representante del Ministerio del Interior.