México logró ayer un espaldarazo de EU a su lucha antidroga, cuestionada por supuestas violaciones del Ejército a los derechos humanos, y lanzó una advertencia a Canadá por la reciente imposición de visas a sus ciudadanos.
Durante la quinta Cumbre de Líderes de América del Norte, que concluyó ayer en la ciudad mexicana de Guadalajara, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, reiteró sus elogios a los “valientes esfuerzos” de Calderón en el combate al narcotráfico.
Obama recalcó que “los principales violadores de los derechos humanos son los propios carteles de la droga”, y se mostró convencido de que, conforme mejore la capacitación y coordinación de las fuerzas del orden mexicanas, habrá más transparencia y rendición de cuentas sobre su actuación.
Recordó, además, que su país ha dado un gran respaldo a la Iniciativa Mérida, un plan de seguridad regional de mil 400 millones de dólares en tres años para combatir el narcotráfico en México, Centroamérica y el Caribe.
El 15% de esos recursos está pendiente de que el Departamento de Estado entregue al Congreso un informe sobre la situación de los derechos humanos en la lucha antidroga, algo que el senador estadounidense Patrick Leahy, clave en el desembolso de ayuda exterior, ve prematuro, según dijo la semana pasada.
En Guadalajara, Calderón no solo mostró su agradecimiento a su homólogo estadounidense por refrendar la ayuda, sino que aseguró que su gobierno mantiene un “compromiso absoluto y categórico” con los derechos humanos y que lo hace “por convicción”, no por la ayuda ni por la opinión de un senador. La lucha antidrogas es “precisamente para preservar los derechos humanos de los ciudadanos”, como el derecho a “trabajar sin ser molestado” o “a tener a la familia segura”, dijo.
En la cita, que terminó sin grandes avances en materia de integración regional, como sucedió en las cuatro cumbres anteriores, Calderón exhortó a Obama a que no olvide el peso que los inmigrantes mexicanos tienen en la economía y la sociedad de EU, aunque subrayó su “valentía” para abordar la cuestión migratoria.
Obama dijo en Guadalajara que confía en que su país podrá tener listo un borrador de reforma migratoria para fines de año y comenzar a debatirlo en 2010.
“Esto será difícil y va a requerir” apoyo bipartidista, dijo, al destacar que el maltrecho sistema migratorio en EU es fuente de tensión en las relaciones con México y no resuelve la situación de la población indocumentada en su país.
Más dificultades encontró Calderón para sintonizar con el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, pese a las declaraciones de buenas intenciones de ambas partes.
El mandatario mexicano le advirtió a Harper que la reciente imposición de visas a ciudadanos de su país que quieren viajar a Canadá “entorpece” la relación.