Enjuician a ´mano derecha´ de Lula



Brasil se prepara para que este jueves (2 de agosto) comience el juicio, en la máxima corte de Brasil, sobre el escándalo que puso contra las cuerdas en 2005 al gobierno del presidente Luiz Lula da Silva, la acusación de pago de sobornos a cambio de apoyo al Gobierno, una hipótesis que negó ayer con firmeza el oficialista Partido de los Trabajadores (PT).

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Enjuician a ´mano derecha´ de Lula

El eje de la acusación en la que están imputadas 38 personas es el ex brazo derecho y ex jefe de gabinete de Lula, José Dirceu, una de las figuras míticas de la izquierda brasileña y del PT.

El procurador general de la República, Roberto Gurgel, envió al Supremo Tribunal Federal (STF) un documento en el que afirma que el caso “es el más atrevido y escandaloso sistema de corrupción y de desvío de dinero público detectado en Brasil”.

La prensa se ha posado sobre los acusados y sobre el rol que durante un mes tendrán los jueces ministros del STF que deberán evaluar si existen pruebas para la acusación que cambió para siempre al gobierno de Lula y al PT.

El PT sostiene que los 20 millones de dólares que circularon por bancos y empresas de publicidad, pasaron por sus cajas y fueron a parar a partidos aliados, no son sobornos, sino un sistema de financiación de campañas.

“La acusación no se sustenta con pruebas. No hubo compra de votos en el Congreso Nacional, tan poco hubo pagos mensuales ni de ninguna forma a parlamentarios para que voten a favor del Gobierno”, afirmó Rui Falcao, presidente del PT.

El caso se conoce como “mensalao” (sobornos mensuales) porque uno de los supuestos beneficiarios y procesados, Roberto Jefferson, presidente del Partido Laborista Brasileño, lo denunció al diario Folha de Sao Paulo, desde donde apuntó contra toda la cúpula de su aliado hasta entonces, el PT.

El caso tuvo contra las cuerdas a Lula, ya que se conoció en su tercer año de gobierno y explotó en sus narices, alcanzando directamente al acusado de comandar el supuesto sistema de pagos ilegales, José Dirceu, quien insiste en que no existen pruebas en su contra.

Exguerrillero que combatió a la dictadura, exiliado en Cuba y fundador del PT, Dirceu era jefe de gabinete de Lula y era considerado el sucesor natural del exsindicalista. Su renuncia en 2005 permitió el acceso al ministerio más importante de la entonces titular de Minas y Energía, la actual presidenta, Dilma Rousseff.

En su momento Lula pidió “disculpas” a la población y la oposición se negó a montar un juicio político.

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