La Policía de Ecuador afirmó ayer martes que ha recibido supuestas amenazas de la guerrilla colombiana de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) después de que la corporación decomisó más de ocho toneladas de clorhidrato de cocaína, que aparentemente pertenecían a la insurgencia.
El comandante de la Policía ecuatoriana, Freddy Martínez, declaró a periodistas que las amenazas siguieron a una operación ejecutada en la frontera con Colombia y en otras jurisdicciones del país, y en la que se desmanteló una presunta red de narcotráfico.
En esa operación, llamada “Aniversario”, además de las cocaína, se descubrió un laboratorio clandestino para procesar droga y una vivienda en Quito donde se almacenaba el alcaloide, que se presume provenía del Frente 48 de las FARC.
“Conozco que hay amenazas por parte de la gente que se ha sentido ‘afectada’ por la operación antinarcóticos de la Policía Nacional”, señaló Martínez, al señalar que se han tomado las previsiones del caso para proteger a los agentes que participaron en la misión. El ministro de Gobierno (Interior), Gustavo Jalkh, confirmó que se han aplicado algunas acciones para proteger a los policías.