Cientos de líderes afganos negociaron, el jueves, durante horas para buscar maneras de terminar con la insurgencia que afecta a su país, pero no lograron ponerse de acuerdo sobre cómo acercarse a los dirigentes del Talibán para que abandonen la violencia.
Las negociaciones buscan dar una dirección a los próximos pasos del presidente Hamid Karzai para terminar con casi nueve años de guerra. Van desde fortalecer la ley islámica hasta analizar el papel de Naciones Unidas y las decenas de miles de efectivos de la OTAN en el país, informaron delegados a The Associated Press.
Las fisuras étnicas y políticas se dejaron ver en las sesiones de comités el jueves, el segundo día de la conferencia de paz que está prevista para terminar hoy.
Unos mil 500 líderes religiosos, tribales y de provincias invitados por el Gobierno emitirán un comunicado conjunto hoy. Se espera que su mensaje apoye la paz en términos generales, pero el resto de los detalles continuaban sin definirse hasta la noche del jueves.
Algunos delegados dijeron que la reunión parecía destinada a lograr poco. Hay un apoyo general a las intenciones de Karzai para ofrecer una amnistía y otros incentivos a los integrantes de menor rango en la insurgencia que abandonen las armas, pero los delegados no han alcanzado un acuerdo sobre el asunto más crítico: si el Gobierno debe negociar directamente con los líderes del Talibán. El grupo insurgente ha restado importancia al encuentro.

