Chalchuapa es una bella ciudad de rasgos coloniales al occidente de El Salvador, rodeada de ruinas mayas y muy popular entre los turistas.
Pero esa es una de sus caras; la otra llega al caer la noche. Al ocaso, los pobladores corren a encerrarse en sus casas desde que a la ya temida amenaza de las violentas pandillas o maras, se sumó un grupo de exterminio contra delincuentes que recuerda a los escuadrones de la guerra civil (1980-1992).
En las calles y debajo de las puertas de las casas, comenzaron a aparecer a fines de agosto volantes con consejos a los pobladores firmados con la sigla "E.L.", que según las autoridades significa: "Escuadrón de Limpieza".
"Por su propio bienestar, les aconsejamos no andar en las calles a partir de las 10 de la noche, ya que estaremos iniciando una campaña de limpieza de tantos malacates (delincuentes) que andan quitándonos la tranquilidad", decían los volantes.
En la pequeña ciudad, donde la Policía se confiesa impotente ante el crimen, los asesinatos se dispararon a 17 en agosto desde el promedio de cinco en los meses anteriores.
Las pandillas, que asolan distintas ciudades de El Salvador, ahora pasaron a ser las víctimas en la historia.
A fines de agosto, un canal de televisión local transmitió imágenes de un grupo de cuatro pandilleros con máscaras.
"Han estado asesinando a pandilleros y personas inocentes dentro de este municipio, achacando la responsabilidad a pandilleros que en realidad han estado siendo víctimas", dijo uno de los cuatro enmascarados en el programa. Este tipo de grupos de exterminio, integrados por civiles y fuerzas de seguridad, fue común durante la guerra civil.

