La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Rodham Clinton, restó importancia ayer martes a un acuerdo negociado por Brasil y Turquía, para el intercambio de uranio enriquecido de Irán por combustible para reactores, calificándolo de una simple estrategia de Teherán para evitar sanciones internacionales.
La máxima diplomática norteamericana, que se presentó en Beijing, dijo que la oferta de intercambio presentada el lunes ante el organismo de vigilancia nuclear de la ONU no aplaca las preocupaciones de la comunidad internacional sobre las ambiciones atómicas de Irán y que el intento encabezado por Estados Unidos para lograr nuevas sanciones en el Consejo de Seguridad seguirá en pie.
“Hay varias deficiencias en él que no consideran las preocupaciones de la comunidad internacional”, dijo a los reporteros después de dos días de intensas negociaciones económicas y estratégicas con los chinos, que incluyeron largas charlas sobre Irán.
Subrayó que a pesar de la oferta, Irán insiste en enriquecer uranio a un nivel alto.

