Con el encendido de seis antorchas en memoria de los seis millones de judíos exterminados por el nazismo, Israel inició anoche la conmemoración del Día en Recuerdo de los Mártires y Víctimas del Holocausto, de marcado duelo nacional.
Bajo el lema “En el abismo: 1944 entre, la Aniquilación y la Liberación”, los actos oficiales de este año se iniciaron en el Museo del Holocausto de Jerusalén ante la presencia de personalidades políticas, militares y religiosas, así como invitados locales y extranjeros.
El presidente del Estado de Israel, Simón Peres, aseguró que la existencia del moderno Estado israelí “disuade contra cualquier intento de un nuevo holocausto”.
“Un Israel fuerte es nuestra respuesta a los horrores del antisemitismo, pero no disculpa al resto del mundo de su responsabilidad por no haber impedido que esta enfermedad regrese a sus hogares”, afirmó.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, subrayó la necesidad de “recordar una amenaza existencial”, al tiempo que se preguntó si “los dirigentes mundiales no pudieron advertir del peligro” que suponía el nazismo en el siglo pasado.