KUWAIT (EFE). La ricas monarquías árabes del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) expresaron ayer, lunes, en Kuwait, su apoyo a los esfuerzos destinados a restablecer la calma en el vecino Irak como condición estratégica para la seguridad y el desarrollo económico en la zona.
El CCG expresó esta postura al término de una cumbre de sus líderes en Kuwait, y aunque no precisaron el papel que pueden desempeñar para ayudar a su vecino del norte, fuentes diplomáticas en la región no descartan un apoyo financiero.
La estabilidad política y de seguridad es una condición estratégica para el desarrollo de la región en todos los ámbitos, dice el comunicado final de la cumbre de los líderes y representantes de Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Arabes Unidos (EAU), Bahrein, Omán y Kuwait, que integran el CCG.
Por ello añade el CCG apoya todo esfuerzo diplomático y político destinado a conseguir la estabilidad y la seguridad de Irak para que este país vuelva a ser un miembro positivo en la comunidad internacional.
El escrito condena las acciones terroristas cometidas en Irak contra la población civil, las organizaciones internacionales y las misiones diplomáticas.
Asimismo, subraya la necesidad de la cooperación entre el Consejo de Gobierno provisional iraquí y los países vecinos para impedir la infiltración en Irak de grupos antiestadounidenses a través de la frontera común.
EU acusa a grupos leales al depuesto presidente iraquí, Sadam Husein, y a mercenarios árabes que, según Washington, entran en Irak a través de la frontera con Siria, de estar detrás de los ataques y acciones de terrorismo registrados en el país desde la caída de Bagdad, el 9 de abril.
El comunicado exige que la coalición ocupante en Irak cumpla el acuerdo firmado con el Consejo de Gobierno provisional iraquí para la transferencia del poder en el país árabe a un gabinete nacional antes de julio próximo.
Los países del CCG, todos aliados de EU, desempeñaron un importante papel en la invasión de Irak, especialmente Kuwait, que permitió a las fuerzas anglo-estadounidenses utilizar su territorio y sus bases militares para atacar al Ejército de Sadam.
Por otro lado, los jefes de Estado del CCG aprobaron la firma por los ministros del Interior de sus respectivos países de un acuerdo de cooperación antiterrorista, tras los ataques suicidas de los últimos meses en el reino wahabí.
Decenas de personas murieron en estos atentados, que tuvieron como blancos tres complejos residenciales habitados por ciudadanos occidentales y árabes en Riad, y que las autoridades saudíes y de EU atribuyeron a células de la red terrorista Al Qaida.