Dos agentes de la guardia civil española y su intérprete murieron tiroteados en Afganistán, mientras impartían unas clases a reclutas de la nueva policía afgana, informó el Gobierno de España.
El ministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba señaló que el asesinato fue un “atentado terrorista premeditado”, y dijo que se investiga la posible implicación del Talibán en los hechos.
El presunto asesino, que murió abatido por soldados españoles, era el conductor de uno de los guardias civiles asesinados y no un recluta, como se pensó en un primer momento.
Rubalcaba precisó que se desconocen los motivos del ataque, que presentó características similares a otros atentados cometidos por combatientes del Talibán y sus seguidores, quienes aprovechan la campaña de reclutamiento para infiltrar a las fuerzas afganas de seguridad.
“No le puedo decir si estaban o no los talibanes detrás”, dijo Rubalcaba en rueda de prensa.
“Lo que es evidente es que se trata de un atentado premeditado, que el que disparó sabía perfectamente lo que estaba haciendo”. “Por lo tanto, se trata de un atentado terrorista”, añadió.
Los agentes fallecidos son: el capitán José María Galera Córdoba y el alférez Leoncio Bravo Picayo, ambos de 33 años. Los dos llevaban cinco meses en Afganistán participando en labores de adiestramiento y formación de la nueva policía afgana, y su misión finalizaba en septiembre.
El intérprete fallecido es Ataollah Taefi Kalili, de 54 años, un ciudadano de origen iraní, pero nacionalizado español.
