Cinco soldados estadounidenses y más de 10 civiles murieron ayer sábado en varios ataques en el este y el sur de Afganistán, en momentos en que el Talibán replica a un incremento de las operaciones de tropas occidentales y afganas.
La OTAN dijo que un soldado estadounidense murió a causa de disparos de armas de fuego, otro al estallar una bomba al pie de un camino y un tercero durante un ataque insurgente, en incidentes separados en el oriente del país.
Las muertes elevaron a 22 el número de bajas de soldados norteamericanos en el país en lo que va de mes. Asimismo, hombres no identificados mataron a 11 miembros de una tribu chií paquistaní en el este y al menos una persona murió al estallar una bomba colocada en una motocicleta en la ciudad sureña de Kandahar. Las explosiones además alcanzaron dos caravanas.
