El papa Benedicto XVI recordó ayer durante el rezo del Angelus dominical que existe otra muerte más allá de la corporal, la espiritual, que “amenaza con arruinar la existencia de todos los hombres”.
En una mañana de nubes en el Vaticano durante este quinto domingo de Cuaresma, el Pontífice dedicó el rezo desde su balcón de la plaza de San Pedro a la muerte y la resurrección.
“Existe otra muerte, que le ha costado a Cristo la lucha más dura, incluso el precio de la cruz: es la muerte espiritual, el pecado, que amenaza con arruinar la existencia de todos los hombres”, dijo Benedicto XVI.
“Para derrotar a esta muerte, Cristo murió y su resurrección no supone el retorno a la vida anterior, sino la apertura de una realidad nueva, una nueva tierra, unida finalmente al Cielo de Dios”, agregó.
El Papa reconoció que, también entre los cristianos, “la fe en la resurrección y en la vida eterna viene acompañada, no en pocas ocasiones, de muchas dudas”.
