El papa Benedicto XVI instó ayer a la unidad de todas las Iglesias cristianas porque “la comunión de los cristianos hace más creíble y eficaz el anuncio del Evangelio”, antes de rezar el dominical Angelus en la Plaza de san Pedro ante unos 50 mil fieles.
El papa Ratzinger anunció que hoy asistirá a la ceremonia ecuménica presidiendo las solemnes vísperas en la Basílica de san Pablo extramuros en la clausura de la “Semana de Oración para la Unión de los Cristianos” que coincide con la conversión de san Pablo.
“La Iglesia es concebida como el cuerpo, del cual Cristo es la cabeza, y forma con Él todo uno”, añadió el papa Ratzinger citando a san Pablo: “Todos hemos sido bautizados mediante un solo espíritu en un solo cuerpo, judíos o griegos, esclavos o libertos; y todos saciamos nuestra sed espiritual”.
“Lo que al apóstol le apremia comunicar -explicó el Papa- es la idea de la unidad en la multiplicidad de los carismas, que son los regalos del Espíritu Santo”.
Gracias a los carismas -prosiguió- “la Iglesia se presenta como un organismo rico y vital, no uniforme, fruto del único Espíritu Santo que conduce a todos a una unidad profunda, asumiendo las diferencia sin abolirlas y realizando una unión armoniosa”. Por tanto -agregó- es justo en Cristo y en el espíritu que la Iglesia es una y santa, lo que es, una íntima comunión que trasciende la capacidad humana y la sostiene”.
El Papa recordó a la figura de san Francisco de Sales, patrón de los periodistas.