El caos del tráfico aéreo en Europa empeoró el sábado, mientras una enorme nube de ceniza volcánica se esparcía en dirección sureste por el continente, provocando la cancelación de casi tres de cada cuatro vuelos y varando a miles de pasajeros de todo el mundo.
La agencia de aviación Eurocontrol dijo que no era posible aterrizar o despegar naves civiles en buena parte del norte y centro de Europa, debido a la nube de ceniza originada por un volcán en Islandia, que aún se encuentra en erupción.
Varios países cerraron su espacio aéreo hasta el domingo o lunes, y expertos climáticos pronosticaban que la nube no se movería lejos.
Dijeron que la columna de ceniza podría, incluso, volverse más concentrada el martes y miércoles, planteando una mayor amenaza a los viajes aéreos.
La columna que flota en la atmósfera superior, donde podría provocar problemas en los motores a propulsión de los aviones y sus fuselajes, está costando a las aerolíneas 200 de millones de dólares por día y ha interferido en los planes de viajes en todo el mundo.
Vuelos de prueba sin tripulantes tenían lugar en Holanda y otros países europeos para evaluar el impacto de las cenizas en las aeronaves, dijo el Gobierno holandés el sábado. El viernes hubo 10 mil 400 vuelos, un 35.9% de la cifra regular para ese día.
“Los pronósticos sugieren que la nube de ceniza volcánica persistirá y que el impacto continuará por al menos las próximas 24 horas”, indicó Eurocontrol en un comunicado el sábado.
Francia dijo que los aeropuertos de París permanecerían cerrados hasta al menos el lunes por la mañana, e Italia extendió el cierre de sus aeropuertos del norte hasta entonces.
La erupción del volcán parecía estar aliviándose el sábado, pero podría continuar por días e, incluso, meses, afirmaron funcionarios.
La agencia climática estadounidense AccuWeather dijo que las cenizas estaban en una zona de viento débil y que era poco posible que se movieran para el lunes.





